La senadora Sansores San Román alerta que “cuando al Ejército se le entregan las calles, estamos alimentando a un monstruo y después no habrá manera de detenerlo, dándole de beber de nuestra propia sangre…a eso se le llama guerra civil”.
Por Daniel Sánchez
CIUDAD DE MEXICO, 24 de marzo del 2017.- La senadora Layda Sansores San Román alertó en el Senado de la República que “cuando al Ejército se le entregan las calles, estamos alimentando a un monstruo y después no habrá manera de detenerlo, dándole de beber de nuestra propia sangre…a eso se le llama guerra civil”.
“Aprobar una Ley de Seguridad Interior es legitimar un Estado de excepción, es sentar las bases para un proceso de militarización, es dotar de un marco legal a lo ilegal para justificar la actuación de soldados como policías, es darle un marco legal a la dictadura. Se ha comprobado que donde intervienen las fuerzas militares, aumenta la violencia”, indicó.
“A ver si son tan irresponsables, porque eso sí es irresponsabilidad estar en este Senado haciéndola de paleros de la calle”, puntualizó.
Al debatir sobre la Ley de Seguridad Interior, que pretende aprobar el Congreso de la Unión, la legisladora campechana señaló que hay que tener cuidado con que estén aprobando esta ley, “que significa la claudicación del poder civil en México, que nos ha costado construir en tantas décadas de lucha, sería una subordinación vergonzosa del Congreso, si se atreve a convalidarla”.
Sansores San Román criticó las recientes declaraciones del priísta Enrique Peña Nieto, para quien “ahora resulta que el Ejército es la institución de las instituciones”.
“O es una expresión rastrera, que ya no sabe qué decir, o que nos explique de qué se trata, quiere decir que ya desde ahora el Ejército está sobre los tres poderes, sobre esta división de poderes contemplada en la Constitución, y él es el Jefe de las Fuerzas Armadas, pues ya claudicó”, expresó.
Cuestionó: “¿Por qué insistir en una Ley de Seguridad Interior? Señores, por dos cosas, y aquí lo decía el senador Bartlett: Una es la respuesta inequívoca de un presidente débil, arrodillado, rehén de la delincuencia y de su propia corrupción, y lo que hace es cumplir con compromisos inconfesables que le dictan en inglés fuerzas extranjeras”.
Aseguró que hay “otros mecanismos para combatir el crimen organizado. Ya lo dijo en su iniciativa el senador Bartlett, hay que combatir la pobreza, la corrupción, y para mí, una parte importante de la respuesta está a la vuelta de la esquina, es abrir ya el debate a la legalización de las drogas. Hoy ponen el grito en el cielo. Se persigna aquí el senador que nos antecedió”.
Hay que hacer caso a advertencia de Múgica sobre militarismo
La senadora inició su intervención, recordando que hace 100 años, Francisco José Múgica, Constituyente de 1917, alertó sobre los peligros del militarismo en México.
“Decía textualmente: “A primera vista no significa una amenaza a la tranquilidad pública, pero se convierte indefectiblemente en un desquiciamiento corriendo el tiempo, creyéndose privilegiados, el poder militar termina por despreciar al poder civil”. Múgica era general y sabía de qué hablaba”, agregó.
“Peña no lee. Quien leyó bien a Múgica fue el general Cienfuegos, en el desayuno de fin de año con los comunicadores, dijo claro y de una manera inusual, pero necesaria: “Nosotros, y apréndanselo bien…Nosotros no pedimos estar aquí, no estamos a gusto, no estudiamos para perseguir delincuentes, se está desnaturalizando nuestra posición. Estamos haciendo funciones que no nos corresponden”, mencionó.
“El balance reconoce que un número importante de muertos ha habido, lo que no debió suceder. Y díganme qué, con esta Ley de Seguridad Interior, así como automáticamente, por arte de magia, entonces quedarán capacitados”, interrogó.
Afirmó que cuando (Felipe) Calderón declaró una guerra no pedida, “y esa sí es una falta de respeto, una falta de respeto al Ejército, porque los pusieron a hacer tareas de policías para lo que no estaban preparados y que no querían”.
“Cuando Calderón lanzó a las calles al Ejército, se dijo que era una medida temporal, y hoy vuelven a decir que será temporal. Pero ¿De cuánto tiempo estamos hablando? Porque todo indica que para este gobierno la temporalidad es sideral, es acorde con el mundo de Peña Nieto, quien nunca pisa tierra y parece flotar entre los astros y las estrellas. Además, si es temporal ¿Por qué manosear la Constitución?”, preguntó.
Enorme hermetismo de Ejército sobre Ayotzinapa
Layda Sansores manifestó también que hay una caterva de aduladores que critican al dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, pero no saben ni de qué lo critican, que por lo que dijo, pero no saben qué dijo.
“Él habló, no contra el Ejército, que ha expresado sus respetos al Ejército como institución, habló de la violación a los derechos humanos que todos reconocemos y que aquí, cuando sale también en una campaña espectacular que se ha desatado, sale el encargado de los asuntos de derechos humanos en la Sedena, dice: “Que le demuestren cuándo el Ejército no ha castigado a alguien que haya violado los derechos humanos”, abundó.
“Pues yo digo que vaya y le corrija la plana a la Comisión Interamericana, a la ONU, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, lo de Tlatlaya, las ejecuciones sumarias, los índices de calidad no tienen justificación”, añadió.
“Y en lo de Ayotzinapa, ahí sigue en pie. Claro que en Ayotzinapa tuvieron responsabilidad, antes, durante y después, y que me expliquen cómo es que la Sedena le regaló un terrenito al señor Abarca para que hiciera una plaza enfrente del Batallón 27”, mencionó.
“Dijeron y mintieron que no habían salido a la calle, y no es cierto, estuvieron en el Hospital Cristina, y después ellos se hacen, controlan el C-4, el Centro de Inteligencia, pero no se dieron cuenta, ni dieron seguimiento a dónde llevaban a los jóvenes los policías y los criminales”, recordó.
Aclaró que “nunca dijo López Obrador: “Que ellos mandaron a desaparecer a los jóvenes”. ¡No! se debe de investigar cuál es su actuación, porque hasta ahora han guardado un enorme hermetismo y no han permitido que el GIEI supiera de las declaraciones de gentes del Ejército”.
No puede pasar la Ley de Seguridad Interior
En una segunda intervención, la senadora Sansores San Román, desde su escaño, comentó que no hay interés en el Senado por un tema tan importante para el futuro del país y le dijo al presidente de la mesa directiva que “desde hace rato debió haber suspendido esta sesión, si tuviera lentes, porque aquí no hay más de 20 senadores en este intenso debate”.
“Y mientras los priístas actúan con toda discreción, hoy el Verde, ya les digo, antes les llamaba los “chambelanes”, ahora son los “lacayos abiertos”, son los que la presentan, y aquí se envuelven en la bandera verde olivo los panistas, que tienen mucho qué ocultar, tienen mucho qué defender”, aseveró.
“Porque como dijo claro el senador Bartlett, el Ejército es respetable, quienes lo expusieron, fueron tanto Calderón, como Peña Nieto, obligándoles a hacer acciones a las que no estaban preparados y que no querían. Y permitimos que se desvirtuara, y que esta institución fuera perdiendo prestigio, porque ¡Por favor! son seres humanos, no son impolutos”, destacó.
“Y también hay infiltraciones en el Ejército, cuando tenían funciones constitucionales muy claras. Y en los 10 años no hicimos nada para capacitar a la policía, y que sí hay buenos policías, aunque digan que no, hubo una AFI, que Genaro García Luna la hizo y la deshizo a su antojo, porque la quería pasar ahora a seguridad, esa policía funcionó y ya nos olvidamos de ella, no cumplieron con lo ofrecido”, asentó.
Se dijo extrañada que se diga que se está desviando el debate, “pues quienes lo han desviado son ellos, tienen una obsesión ya compulsiva de López Obrador, se ve que les duele hasta el tuétano. Pero serenos, morenos, y ahí los veremos aquí en estas filas, pidiendo chamba”.
“Pero miren, aquí lo que cuenta es que tenemos que tomar con mucha seriedad el tema que viene, es de los temas más importantes que se van a decidir en este Senado. Y no podemos ser paleros de nadie, menos de un presidente que, en su debilidad, se sacó esto de la manga, y claro, en su debilidad, se arrodilló ante los intereses extranjeros para hacer esta ley, como se arrodilló Calderón en su momento”, agregó.
“Pongámonos a discutir, dejen en paz a López Obrador, sus bienes están a la vista de todos, y es el hombre más vigilado. Lo que él hereda a sus hijos es un departamento de 75 metros cuadrados. Entonces, no creo que haya sido una gran herencia, ya quisiera ver a los ricos, cuánto tiene ahí el señor Calderón y cuánto le dan de pensión y cuánto se gasta. Pero va a dar un dinerito para juguetes para los pobres. Ahí son cínicos, eso es lo que aquí irrita”, reiteró.
“Pongámonos ya a pensar que la Ley de Seguridad Interior no puede pasar y que hay que escuchar también a los ciudadanos, a las organizaciones civiles y a las víctimas de los abusos que ha habido por parte de gente del Ejército, no del Ejército. Y volvamos a darle al Ejército toda la fuerza, la respetabilidad y el cariño que ha tenido de este pueblo, así que no se confundan”, concluyó.


