Política“Tengo fórmula para sacar a México del atraso y al pueblo de la pobreza”

Paginabierta10/11/2016

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El dirigente nacional de Morena ofrece la conferencia ”Visión política de México”, en la XLIV Convención Nacional del IMEF, y señala que es necesario garantizar protección a todos los denunciantes de corrupción, y que el Poder Judicial sea el encargado de juzgar estos casos.

Andrés Manuel López Obrador asegura que ante la crisis de México, la honestidad es la tabla de salvación de los  mexicanos y la propuesta de Morena “es convertir esta virtud en forma de vida y en forma de gobierno”.

MONTERREY, N.L. 10 de noviembre del 2016.- El dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, expresó que después del 2006 y del 2012, desde luego que ha cambiado, porque actualmente tiene más experiencia, conoce más al país y al pueblo y “tengo la fórmula para sacar a México del atraso y sacar a nuestro pueblo de la pobreza”.

A la pregunta del moderador Ricardo Raphael de la Madrid de cómo puede conversar con los empresarios, López Obrador respondió que “a todos nos conviene apostar a la honestidad, que esa es la gran virtud y la gran riqueza del pueblo de México, no es importar la honestidad, ya existe, sino poner por delante, revalorarla”.

“Se tiene que hacer un acuerdo entre todos los mexicanos como forma de vida y forma de gobierno”, indicó.

Durante la sesión de preguntas y respuestas, durante su participación en XLIV Convención Nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), sostuvo que hay dos alternativas, que es seguir más con lo mismo, que es seguir apoyando a la corrupción, y la otra opción es la que representa, que quiere un verdadero cambio.

Llamó a los ejecutivos de finanzas para juntarse a la transformación del país, y una de las formas se logrará a partir de cortar de tajo la corrupción, y adelantó que antes del 2018, se presentará el nuevo proyecto alternativo de nación.

Garantizar protección a denunciantes de corrupción

En otro tema, Andrés Manuel  propuso que es necesario garantizar protección a todos los denunciantes de corrupción, y que el Poder Judicial sea el encargado de juzgar estos casos y que se modifique la Constitución para terminar con fueros y privilegios.

Planteó que en el caso del combate a la corrupción, se tiene que trasladar la sanción, el castigo, al Poder Judicial, tiene que salir de la esfera del Poder Ejecutivo, y en México desde la Constitución de 1857, no se puede juzgar al presidente por actos de corrupción, eso hay que quitarlo, y se tiene que reformar el artículo 108 de la Constitución.

Dijo que sería el colmo que después de los escándalos de corrupción que han habido recientemente, no se tratara el tema de corrupción, sin embargo, falta, porque no es el tema principal de la agenda nacional y propuso que el combate a la corrupción sea lo fundamental.

Negó que la corrupción sea un asunto cultural como lo dijo Enrique Peña, porque el pueblo de México es honesto, todavía a pesar de que se han esmerado en corromperlo todo, hay en el pueblo una enorme reserva de valores culturales, morales y la corrupción se da de arriba para abajo.

En otro orden de ideas, el político de izquierda manifestó que presentó su declaración 3 de 3 y lo hizo bajo protesta, porque no es serio, ni responsable, ya que la lucha de la corrupción va más allá.

“Nunca me ha interesado el dinero, yo no lucho por dinero, yo lucho por ideales, por principios, a mí me pueden llamar peje, pero no soy lagarto”, dijo, al detallar que no tiene cuenta de cheques, ni bancarias. “Yo vivo de mis ingresos, y es mi esposa la que administra”, precisó.

En otro tema y para quienes dicen que podría con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, Andrés Manuel López Obrador respondió que tiene autoridad moral y “el frío sabe a dónde se arriba”.

“Nosotros vamos a exigir respeto, siempre he pensado que la mejor política exterior es la interior, nosotros vamos a unirnos, se va a fortalecer México, que haya crecimiento, se va acabar la corrupción y vamos a ser respetados en el mundo, lo que no sucede actualmente”, expuso.

Mencionó que no es lo mismo tratar con un presidente honesto que con uno que no tiene autoridad moral, que lleva al país a una guerra absurda, que le pega a lo tonto a un avispero, como Felipe Calderón, o un presidente que lo descubren, porque se mete en negocios, apoyando a sus empresas constructoras favoritas.

No es fatalidad, revisión al TLCAN o construcción del muro

A los asistentes a la convención, López Obrador llamó a no ver como una fatalidad el que se esté proponiendo la revisión del Tratado de Libre Comercio o que se vaya a construir un muro, porque todo eso es un proceso y desde luego tiene que haber una postura de parte del gobierno mexicano de estos tiempos y a partir del 2018.

Recordó que desde las 21:00 horas del martes, llamó a la serenidad al pueblo de México después del triunfo de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos.

“México es un país libre y soberano, tiene que buscarse siempre una relación de cooperación con nuestro vecino por los tres mil kilómetros de frontera, es la potencia económica más importante del mundo, entonces va a establecerse al triunfo de nuestro movimiento, una relación para el desarrollo y vamos a convencer a las autoridades estadounidenses”, agregó.

Afirmó que el próximo gobierno de México tendrá que defender el derecho al trabajo y a la vida de los migrantes mexicanos, y dio como dato que en el gobierno de Barack Obama, fueron deportados 500 mil trabajadores migrantes por año.

Sostuvo que fue un error o más que eso el que los integrantes de la cúpula del poder en México, la mafia del poder, apostara en la elección de Estados Unidos, y fue un error participar en el proceso electoral, que no compete a los mexicanos, porque hay un principio constitucional de la política exterior: no intervención y autodeterminación de los pueblos.

“Nosotros tenemos que ser muy cuidadosos, muy prudentes, por qué, porque no queremos que ningún gobierno extranjero decida sobre lo que le compete únicamente a los mexicanos, fue un error también, considero que se sobredimensionó el riesgo en Trump, no se ubicó en el contexto de una campaña electoral, no es lo mismo ser candidato que ser gobernante”, apuntó.

Honestidad como forma de vida y de gobierno

Durante su ponencia titulada “Visión Política de México”, en la XLIV Convención Nacional del IMEF, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena aseguró que ante la crisis de México, la honestidad es la tabla de salvación de los  mexicanos y la propuesta de Morena es “convertir esta virtud en forma de vida y en forma de gobierno”.

Explicó que la corrupción es la causa principal de la desigualdad y de la tragedia nacional que se padece en el país, así como la deshonestidad de los gobernantes y de las élites del poder es lo que ha deteriorado la vida pública de México, tanto por el mal ejemplo como por la apropiación de bienes de la colectividad.

Afirmó que elevar la honestidad a rango supremo traerá muchos beneficios a los ciudadanos, porque los gobernantes contarán con autoridad moral para exigir a todos un recto proceder y nadie tendrá privilegios.

“Además, con este imperativo ético por delante, se recuperarían recursos que hoy se van por el caño de la corrupción. Se calcula que los políticos corruptos se roban alrededor de 500 mil millones de pesos al año. Nuestra propuesta es acabar con la corrupción, no solo reducirla, sino erradicarla por completo”, explicó.

Aseveró que al combatir la corrupción, no habrá necesidad de aumentar impuestos, ni de seguir endeudando al país, como ha pasado con Felipe Calderón, que la deuda pública era de 1.7 billones de pesos y él la aumentó a 5.2 billones de pesos, es decir, aumentó, más del 200 por ciento y Enrique Peña Nieto Peña la elevó a nueve billones de pesos.

Ejemplificó que solo para pagar intereses y el servicio de esa enorme deuda pública, el año próximo se tendrán que destinar del presupuesto cerca de 600 mil millones de pesos.

Aseguró que cuando triunfe Morena en el 2018, no habrá impunidad, se eliminarán los fueros al presidente y a los altos funcionarios públicos.

“El ejemplo de honestidad se dará desde el gobierno, pero de todas maneras, habrá un sistema eficaz anticorrupción con participación ciudadana. Asimismo, los delitos de esta índole serán considerados graves y sancionados por el Poder Judicial”, propuso.

En nuevo gobierno, política de austeridad

El líder morenista añadió que junto al combate a la corrupción, el nuevo gobierno aplicará una política de austeridad republicana; es decir, se reducirá el gasto corriente; se  bajarán los sueldos de los altos funcionarios públicos; se cancelarán las pensiones millonarias a los expresidentes; no habrá servicio médico privado ni cajas de ahorro especial para los altos funcionarios públicos; se venderá toda la flotilla de aviones y de helicópteros del gobierno, en pocas palabras, se terminarán los privilegios.

Aseguró que está convencido que así como abolir la corrupción significará toda una revolución social pacífica, la austeridad republicana se convertirá en ejemplo de rectitud, moralidad y en la principal fuente para financiar el desarrollo.

“Para políticos o funcionarios con mentalidad conservadora o convencional, no existen márgenes de reducción del gasto. Según ellos todo está comprometido, etiquetado; en contraposición, para nosotros la racionalidad del gasto público es un objetivo central. Y claro que hay de dónde echar mano”, expuso.

Ejemplificó que la Estela de Luz ubicada en el Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México,  fue un proyecto insulso del gobierno de Felipe Calderón que costó más de 650 millones de lo planeado originalmente o recordar que las obras públicas de la administración de Enrique Peña  están infladas a más del doble de su costo real.

“Tenemos la firme convicción de que si se acaba con la corrupción y se evita el derroche del presupuesto alcanzaremos la meta de ahorrar lo suficiente para financiar el desarrollo”, subrayó.

 Enfatizó que es falso que el presupuesto no alcance o no tenga flexibilidad alguna para reasignar partidas y utilizar este importante instrumento de la política pública como una eficaz palanca para promover la producción, el empleo y el bienestar.

Agregó que “se mantendrán equilibrios macroeconómicos, se respetará la autonomía del Banco de México, se fomentará la inversión privada, nacional y extranjera. Asimismo, habrá un auténtico Estado de Derecho y un sistema político verdaderamente democrático”.

En el terreno de lo programático—dijo—se actuará con el mayor realismo posible. Nada de ocurrencias o engaños; habrá claridad de propósitos, estrategias bien definidas, prioridades y metas de corto, mediano y largo plazo. Un gobierno debe convocar a la esperanza, pero sin caer en falsas promesas, porque terminará enredado en su propia demagogia.

“Vamos a estimar, con la mayor precisión, el costo de los programas y proyectos de inversión y su viabilidad económica y social”.

Proyecto de gran impacto colectivo

López Obrador sostuvo que formará parte de la estrategia del gobierno democrático evitar la dispersión para concentrar recursos, tiempo y talento a proyectos de gran impacto colectivo; es decir, nos ceñiremos al dicho popular: “el que mucho abarca poco aprieta”. Pocos proyectos, pero mejores, y describió algunos:

  • Se rescatará al campo por su importancia social, ambiental y cultural, y se logrará la autosuficiencia alimentaria.
  • El sector energético será la palanca del desarrollo. Se construirán refinerías, se impulsará la extracción de gas, y se fortalecerá la industria eléctrica, todo ello para dejar de comprar gasolinas y otros combustibles en el extranjero, crear empleos y reducir los costos de insumos en beneficio de las empresas del país.
  • Se fomentará la industria de la construcción. En lo específico, se llevará a cabo un amplio programa de construcción de vivienda, de infraestructura y caminos con el uso intensivo de mano de obra; se construirán dos pistas nuevas en el aeropuerto militar de Santa Lucía para resolver el problema de la saturación en el aeropuerto de la Ciudad de México, haciendo a un lado el actual proyecto que, además de costosísimo, 180 mil millones de pesos, es de dudosa viabilidad técnica.
  • Se creará un corredor económico y comercial en el Istmo de Tehuantepec. Este proyecto implica aprovechar la ubicación estratégica y la cercanía en esta franja del territorio nacional para unir al Pacífico con el Atlántico y, con ello, facilitar el transporte de mercancías entre los países de Asia y la costa este de los Estados Unidos.

Se trata de un corredor de 300 kilómetros, donde se construirá una línea ferroviaria para el transporte de contenedores, se ampliará la carretera existente, se rehabilitarán los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, se aprovechará el petróleo, el gas, el agua, el viento  y la electricidad de la región, y se instalarán plantas para ensamblar piezas y fabricar artículos manufactureros. Toda esa franja del Istmo se convertirá en zona libre o franca.

  • Habrán trenes de pasajeros de gran velocidad en la Ciudad de México hacia la frontera con Estados Unidos, así como el tren turístico cultural de la ruta maya Cancún-Tulum-Calakmul-Palenque.
  • Se aplicará una política de Estado para promover el desarrollo de la pequeña y mediana empresa. Tendrán energéticos y créditos baratos; se les protegerá ante precios exagerados de insumos, de impuestos altos y del burocratismo. No olvidemos que las pequeñas y las medianas empresas, industriales, agropecuarias, de servicios y comercio, generan 90 por ciento de los empleos existentes.
  • Se fomentará el turismo y se establecerá una zona libre o franca a lo largo de la frontera con Estados Unidos. Entre otras medidas, en esta franca de 3 mil kilómetros, se reducirá el IVA, el Impuesto Sobre la Renta y las aduanas se trasladarán a 20 kilómetros tierra adentro de la línea divisoria.
  • Se mejorará el salario para fomentar el consumo y el mercado interno. •               Los jóvenes tendrán garantizado el derecho al estudio y al trabajo. •   Habrá cobertura universal en telecomunicaciones. •       Se establecerá el Estado de Bienestar. •     Se atenderá de manera preferente a los pobres. •              Se garantizará el derecho a la educación, a la salud y a la seguridad social.
  • Cambiará por completo la estrategia para atender el problema de la inseguridad y la violencia. Lo fundamental será mejorar las condiciones de vida y de trabajo, es decir, atender las causas. Habrá coordinación entre las corporaciones policiacas, habrá perseverancia, atención diaria al flagelo de la violencia, habrá también inteligencia en el entendido de que se trata de un problema que se requiere de más inteligencia que de fuerza, y se evitará el contubernio entre autoridades y delincuencia.

Por último, reiteró la decadencia que padecen los mexicanos se ha producido, tanto por la falta de oportunidades de empleo, estudio y otros satisfactores básicos, como por la pérdida de valores culturales, morales y espirituales.

Insistió: “nuestra propuesta para lograr el renacimiento de México tiene el propósito de hacer realidad el progreso con justicia y, al mismo tiempo, auspiciar una manera de vivir sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza, a la patria y a la humanidad. En suma, se requiere bienestar material y bienestar del alma.

 

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