Principalmente fue arrasada por el fuego vegetación de navajuela, tule, cuatro especies de mangle y selva baja. DZILAM DE BRAVO, Yuc. 7 de octubre del 2016.- El incendio en la Reserva Estatal de Dzilam de Bravo, en el estado de Yucatán, devastó mil 583 hectáreas de ecosistema costero, principalmente vegetación de navajuela, tule y cuatro especies de mangle, así como selva baja, confirmaron las autoridades ambientales. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que clausuró total y temporalmente la zona siniestrada, con la finalidad de prevenir y evitar la ocurrencia de nuevos ilícitos, y anunció que instruirá restauración de superficie afectada a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) del gobierno del Yucatán y la Comisión Nacional Forestal (Conafor). La dependencia federal informó que su personal realizó un sobrevuelo de inspección, con apoyo de la Secretaría de Marina (Semar), a la zona donde se registró el siniestro en la Reserva Estatal, en el que se constató el daño de mil 583 hectáreas de ecosistema costero. “Al concretarse la sofocación del siniestro en terrenos que abarcan los municipios de Dzilam de Bravo y San Felipe, a cargo de personal de la Conafor, la Semar y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), así como de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), esta Procuraduría presentó al gobierno de la entidad el informe de los daños causados en dicha reserva”, indicó. Mencionó que en el sobrevuelo, funcionarios de la Profepa, Seduma y Semar observaron el polígono general de afectación, que tiene una superficie estimada de mil 964.6 hectáreas, de las cuales la afectación de mil 583 hectáreas (80.5 por ciento) corresponde a superficie siniestrada de humedal costero por fuego y 381.6 hectáreas (19.5 por ciento) zonas que, por estar inmersas, no sufrieron daños por fuego de manera directa. “La zona total afectada representa el 2.3 por ciento aproximadamente de la Reserva Estatal de Dzilam de Bravo, que ocupa 69 mil 39 hectáreas”, precisó. “De las hectáreas incendiadas, mil 519.8 corresponden a navajuela (Scleria melaleuca) o pasto de sabana y tule; y 63.2 hectáreas corresponde a vegetación de mangle, de cuatro especies características de la zona, así como de elementos de selva baja en islas conocidas como “Petenes”, donde se desarrollan especies protegidas como la palma chit y palma real”, agregó.
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