Consultora de Insyde, Ivette Estrada, señala que las violaciones a los derechos de las indígenas vendedoras de artesanías en la capital campechana denotan una separación de los ciudadanos con respecto del Estado y plantea que falta contemplar la opinión ciudadana en las políticas públicas.
Por Ronny Aguilar
CAMPECHE, Cam. 28 de abril del 2017.- Las violaciones a los derechos de las indígenas vendedoras de artesanías en el cetro histórico de la capital campechana, denotan la separación de los ciudadanos con respecto del Estado, por lo que se necesita que se contemple la opinión ciudadana en las políticas públicas para atender esta problemática.
En entrevista con Paginabierta.mx, Ivette Estrada Gasca, consultora del Instituto para la Seguridad y la Democracia A.C. (Insyde), organización que se dedica a la investigación y capacitación de temas que tienen que ver con la policía, la policía preventiva y la policía de investigación en el sistema de justicia penal y en el fortalecimiento técnico institucional para la investigación de delitos complejos, como la tortura, la desaparición y la trata de personas y el feminicidio, así como violaciones graves a derechos humanos, señaló como una necesidad que se tomen en cuenta las opiniones ciudadanas en las decisiones de Estado.
La defensora de derechos humanos tomó conocimiento de la represión y violaciones a derechos humanos que sufrieron las comerciantes tzotziles en el centro histórico, por lo que accedió a una entrevista sobre el caso, en la que planteó una visión diferente, y es que desde el exterior del estado, es claro que el gobierno y la opinión ciudadana son completamente opuestas en este tema.
“Supimos del caso, porque circuló en redes sociales, entendimos desde afuera, sin conocer el contexto, y el video indigna e indigna por varias cosas, porque se ven mujeres indígenas que realizan una labor, que probablemente es su única forma de obtener ingresos”, expresó.
“Pero llamó la atención que aun cuando se ven constantemente estos abusos de la policía, aquí se vio la intervención de la ciudadanía, cómo la ciudadanía defendió a estas niñas y es una muestra de que la ciudadanía no estaba de acuerdo con lo que estaba sucediendo y como siempre, la autoridad está por su lado y la ciudadanía tira para otro, la autoridad no es capaz de ver que las acciones que realiza, no comulgan con lo que la ciudadanía está queriendo”, indicó.
“Independientemente de que se sancione, se hagan las investigaciones y se resuelvan violaciones a derechos humanos que, desde el punto de vista nuestro, nos parece que ocurrieron, hay que explorar un mecanismo nuevo para resolver este tipo de conflictos que, así como los quiere resolver la autoridad, lo único que genera es descontento social y la ciudadanía no está de acuerdo”, puntualizó.
Estrada Gasca manifestó que son necesarias políticas más ciudadanizadas de control de ciertas actividades.
“En principio, no sabemos la razón de la prohibición y si esa prohibición está realmente prohibida en los términos que la autoridad señala, se necesita la participación ciudadana activa, respeto a esta intervención de la autoridad, porque nos parece que es un acto que indignó a la sociedad y que lo que vieron, era un abuso de autoridad”, agregó.
Mencionó que el video es claro y que de entrada, hay violaciones a derechos humanos, porque las personas no fueron tratadas conforme a su dignidad como seres humanos y se requiere tomar en cuenta las razones o causas por las que las personas pueden estar en una situación de vulnerabilidad, en este caso, son personas que pertenecen a una comunidad indígena, lo que ya es una situación que las puede poner en vulnerabilidad, además son mujeres y menores de edad, a lo anterior hay que sumarle que en caso como estos, se debe suponer que la persona no te va a entender por la diferencia del lenguaje.
“Desde la decisión de intervención, que no sabemos si fue decisión del policía o desde dónde venía esa decisión, porque es discriminación ¿Por qué te enfocas en ese grupo de personas? y ¿Cuál es el beneficio de la intervención?”, cuestionó.
“Pero en cambio, la autoridad continúa distanciándose de la ciudadanía y ahora se excede aún más y se aleja más, creando un “estado de sitio” en el centro, con vigilancia continua, como intentando castigar no sólo al grupo, sino a la ciudadanía, por ponerse del lado de las personas que para ellos era claro que estaban en un abuso judicial, lo que hace la autoridad es seguir distanciándose de la ciudadanía”, aseveró.
“Por eso es necesario crear mecanismo de resolución de conflictos entre ciudadanía y autoridades que atiendan este tipo de casos”, asentó.
Relató que en la Ciudad de México, se decide crear un mecanismo para que la ciudadanía decida si tolera o no la prostitución y bajo qué condiciones, y explicó que cuando hay prostitución en la calle, los únicos que se pueden quejar son los vecinos del lugar, a través de la queja vecinal, para lo que se necesita un grupo de vecinos de una calle con una petición firmada y en la que se negocia, se consigue la tolerancia de horarios y nivel de ruido y demás, evitando la detención policiaca contra estas personas.
“En este caso, se evitaría que las personas que venden artesanías dejen de ser detenidas, a menos que los vecinos del lugar no estén de acuerdo con esa actividad, evitaría que la policía, cada que se le ocurra, intervenga en un caso de esta naturaleza”, abundó.
“La posición de la autoridad es que ellos tienen que cumplir la ley, como si además, eso siempre ocurriera, pero bueno, lo que se busca es que haya un diálogo entre la autoridad y la ciudadanía, que la autoridad escuche lo que la ciudadanía quiere, pero eso solo se logra con la participación directa de los ciudadanos”, precisó.
Señaló que a nivel nacional, hay un descontrol de la autoridad, que es el mismo problema del país, no hay regulación con el uso de la fuerza, y el que no se regule, le permite a las policías seguir actuando en esta escalada de abusos sin control, además de que es necesaria la revisión de las razones por las que la policía te puede detener o ellos piensan que te pueden detener, ya que la situación actual aumenta el riesgo de que la policía abuse en el uso de sus facultades.
“Te detienen porque te ves mal, tienes tatuajes, tienes el pelo largo o no les gusta cómo te ves, la ciudadanía está a la vera de lo que la policía se le vaya ocurriendo, por eso es importante pensar en la posibilidad de regular el uso de la fuerza policial”, expuso.
“Necesitamos una policía más cercana, no una policía al servicio del gobernante, ellos jamás se miran como al servicio del ciudadano y de la gente, el uso de la fuerza es parte de meter de a poco a la policía en la forma de ver la seguridad como forma de protección de los ciudadanos”, finalizó.