Coordenada
Por Lupita Ramos
El Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) presentó su informe sobre la situación de los derechos humanos en Jalisco 2016. Como cada año, el CEPAD se convierte en el referente obligado para entender la situación de los Derechos Humanos en Jalisco.
Año con año, el CEPAD hace una lectura crítica de la realidad jalisciense en torno a la defensa y protección de los Derechos Humanos. Hace visibles aquellas acciones o abstenciones que en Jalisco favorecen o inhiben, desde los diferentes sistemas sociales, políticos, económicos y de poder, el respeto a los derechos humanos. De esta manera contribuyen a su exigibilidad y justiciabilidad.
Las desapariciones y la desaparición forzada, la tortura, el sistema penitenciario, la migración, la violencia contra las mujeres y feminicidios, los derechos de los pueblos indígenas, de los mujeres lesbianas, de los homosexuales, trans y todas las diversidades; la defensa del bosque del Nixticuil, la resistencia de las comunidades en torno a la construcción de la presa el Zapotillo, etc. han sido temas presentes en los informes de CEPAD, lo que los hace indispensables para mirar la realidad jalisciense.
Algunos de los ejes centrales del trabajo de incidencia del CEPAD, se han concentrado en revisar el sistema de justicia penal en Jalisco, por lo que a través del litigio estratégico han documentado tanto la tortura como las inconsistencias del sistema penal de justicia, bajo una dimensión de los derechos humanos, lo que sin duda ha abonado a entender la perspectiva del problema y de sus posibles soluciones. El trabajo del CEPAD ha permitido generar espacios de discusión sobre la igualdad y no discriminación y de los derechos humanos en general desde la perspectiva de la educación para la paz.
El análisis concienzudo y perseverante del CEPAD ha permitido también que en los diez años de informes se analice el rumbo de la defensa de los derechos humanos en Jalisco desde la sociedad civil. La mirada crítica desde la academia, la investigación acuciosa y el trabajo perseverante de las organizaciones defensoras de los derechos humanos en Jalisco, presentes en los informes del CEPAD, constituyen diagnósticos importantes en un Estado en que las violaciones a los derechos humanos han tenido permiso de impunidad.
Estos informes nos permiten también entender la necesidad de recuperar la Comisión Estatal de los Derechos Humanos para y por la ciudadanía, recuperar su objetivo de promover una cultura respetuosa de los derechos humanos y sobre todo, recuperar la esperanza en una institución en la que necesitamos creer nuevamente.
@lupitaramosponce