Policías estatales e inspectores municipales ahora arremeten contra vendedores tzotziles de raspados y les decomisan sus triciclos y sus productos de venta. Los mayas se quejan en Derechos Humanos.
Por Ronny Aguilar
CAMPECHE, Cam. 11 de abril del 2017.- El gobierno de Alejandro Moreno Cárdenas, a través del secretario de Seguridad Pública, Jorge Argáez Uribe, cumplió su amenaza y siguió hostigando y deteniendo violentamente a vendedores ambulantes mayas. Ahora les tocó a comerciantes tzotziles de raspados, bajo el pretexto de trabajar sin placas en sus triciclos y sin permiso del Ayuntamiento local.
Los vendedores ambulantes indígenas presentaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Campeche (CDHEC), por el operativo realizado por la Policía Estatal Preventiva, la Dirección de Vialidad y el Ayuntamiento, en el que le quitaron los triciclos y los productos que venden, en la continuación de la “cacería” que el gobierno del Estado y el Ayuntamiento han desatado contra este tipo de trabajos.
Nuevamente, los agentes policiacos hicieron gala de su insensibilidad y de su poco apego a los derechos humanos, esta vez realizaron un operativo contra los comerciantes de raspados de la ciudad.
Los policías estatales e inspectores municipales, desde temprano, los esperaban en la hielera donde se abastecen para su labor diaria, ubicada en el barrio de Santa Ana, y ahí aprovecharon para despojarlos de sus herramientas de supervivencia.
“Llegamos a comprar el hielo y ya nos estaban esperando ahí, no sabemos por qué son así, se llevaron todo, Tránsito dice que tenemos que sacarle placas a los triciclos y los de Ayuntamiento se llevaron todas las cosas, los chicharrones, los jarabes y las neveras, se repartieron las cosas entre ellos”, denunciaron.
“Nosotros estamos ganando la vida, tenemos familia que mantener, no se vale, porque el triciclo necesitas para trabajar, que quieren qué hagamos el gobierno, robar, nosotros no queremos robar, no hacemos eso, trabajamos, sabemos trabajar, no estamos pensando hacer cosas malas, estamos pensando en ganar el día, estamos trabajando bien”, puntualizaron.
Los declarantes señalaron que sienten el odio de la gente, así lo califican, dicen que son chiapanecos, pero no entienden la razón de la discriminación.
“Nos dicen que no quieren nada de chiapanecos acá, que nada más venimos a trabajar aquí, pues claro que venimos a trabajar, a qué otra cosa, a sacar para la comida, si no trabajamos, no comemos, no bebemos, no mantenemos la familia, pero dice que los lleven todo, la otra vez hicieron escrito para que nos quiten todo a los chiapanecos ¿Por qué?”, cuestionaron.
El Ayuntamiento de Campeche, a cargo de Edgar Hernández “Garito”, les pide 700 pesos a cada uno para que les devuelva las cosas, mientras que Vialidad les tiene una multa por el triciclo, son 800 pesos, o sea, mil 500 pesos, por ser indígenas y querer trabajar para sus familias.
Explicaron que en más de una ocasión, han intentado sacar permiso y no se los dan, lo cual sería aún más grave, porque estaríamos hablando de un acto de racismo muy evidente.
