Opinion# Desmontando el amor romántico

Paginabierta16/02/2017

Coordenada

Por Lupita Ramos

Este 14 de febrero como cada año, todo mundo se desvive en demostrar “su amor y su amistad” en un día que surge comercialmente para impulsar las ventas después de la cuesta de enero.

De lo que poco se habla es del impacto negativo que ha tenido en la vida de las niñas y mujeres la construcción del amor romántico y todos los mitos que le rodean.

La idea del príncipe apuesto, fuerte y poderoso que llega a salvar a la casi siempre indefensa, dormida, encerrada y poco pensante princesita, forma parte de las lecturas y películas cotidianas que progenitores amorosos les recetan a sus niñas, quienes crecen con la idea equivocada acerca de la construcción del amor y de la elección de una pareja, por supuesto heterosexual.

Después, la idea de la media naranja y la creencia de que en algún lugar del mundo se encuentra nuestra otra mitad, impide a las y los jóvenes construir el amor a partir de su propia experiencia personal, es decir, no necesitan a nadie de complemento para vivir en plenitud.

Enamorarse, quererse y cuidarse a uno mismo es el primer paso para construir relaciones saludables y alejadas de la violencia. La felicidad personal no depende de las otras personas, porque cuando se aprende a quererse a si misma, se puede ser feliz y amar a las y los demás.

Los celos NO son signo de amor, sino de inseguridad y dependencia. Además, es una de las señales de ejercicio de control que puede desencadenar violencias mayores, incluso el feminicidio.

Una pareja está formada por dos personas independientes una de la otra que se unen por cuestiones afectivas, eróticas, intelectuales o para compartir un proyecto de vida y esto no implica que tengan que pensar igual, tener los mismos gustos, realizar todo juntas y compartir absolutamente todo con la pareja. Mucho menos implica el sentido de posesión y propiedad que se nos hace creer que tiene una persona sobre la otra.

Hay otros mitos que es necesario ir desmontando, como el de que “el amor todo lo puede”, aceptar este mito como cierto puede hacer que se toleren en “nombre del amor” violencias que subyacen en una relación de pareja.

El mito del “único y verdadero amor” supone que solamente una vez y solo con una persona se puede vivir ese enamoramiento o, por el contrario, el mito de que los polos opuestos se atraen y por lo tanto, no importan las incompatibilidades o el mito del matrimonio como culmen de toda relación de pareja.

Si conseguimos derribar estos mitos y promovemos entre las niñas la idea de la autosuficiencia, la autonomía, la estima y el cariño personal hacia sus cuerpos y hacia sus vidas y les enseñamos a construir relaciones de pareja saludables, amorosas, respetuosas y con sustentos en la libertad, el respeto y el amor por ellas mismas y los demás; tendremos seguramente niñas y mujeres felices, autosuficientes y viviendo vidas libres de violencia.

[email protected] @lupitaramosponce

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