El filósofo e historiador mexicano señala que con el vastísimo doble legado cultural del encuentro de dos mundos, “los mexicanos tenemos con qué ponernos de pie” en esta época de “muchísimos problemas” y tantos “crímenes”. Por Daniel Sánchez CIUDAD DE MEXICO, 10 de octubre del 2016.- El filósofo e historiador mexicano, Miguel León Portilla, señaló que con el vastísimo doble legado cultural del encuentro de dos mundos, “los mexicanos tenemos con qué ponernos de pie” en esta época de “muchísimos problemas”, en la que “a veces vemos que todo está negro, como nos puede pasar ahora con tantos crímenes”. “Nuestro legado de cultura en lo más valioso. No somos viajeros sin equipaje, tenemos el gran equipaje de nuestra historia, de nuestra cultura”, puntualizó León Portilla, en el auditorio del Museo Nacional de Antropología, durante la presentación del libro “Tesoro Mexicano”, una especie de antología de la obra del renacentista Francisco Hernández, quien hizo una relación de la naturaleza en el Nuevo Mundo. “México, entre su vastísimo legado de cultura, tiene tesoros, el tesoro mexicano y muchos, no lo digo por chovinismo o por patriotismo, ni por nada, lo digo porque es la verdad. Tenemos un doble legado, ese doble legado se encontró en el nuevo mundo, en el encuentro de dos mundos, y gracias a ese doble legado, los mexicanos tenemos con qué ponernos de pie”, expresó. “Sí tenemos muchísimos problemas, a veces vemos que todo está negro, como nos puede pasar ahora, crímenes, no quiero hacer una jeremiada, tendría motivos para hacerla; sin embargo, nuestro legado de cultura es lo más valioso, no somos viajeros sin equipaje, tenemos el gran equipaje de nuestra historia, de nuestra cultura, estamos en el Museo Nacional de Antropología, la sede de donde uno tiene que recibir el agua que nos calme la sed de saber”, indicó. “Si ahondamos, todos los que estamos aquí, no vienen acarreados, vienen porque les interesa, yo los insto, porque sé que debe disfrutar este legado maravilloso, decía aquí, como hay en las estelas mayas a veces, efigies de dioses que traen acuestas un bulto y en ese bulto está la carga de los destinos, de los días del destino del pueblo, del destino de cada uno, que lo están llevando a otra fecha, a otro dios y luego el otro repite y se lo entrega a otro dios. Todos nosotros, a través de la educación, recibimos un regalo”, agregó. “Yo tuve dos maestros excepcionales, Ángel María Garibay y Manuel Gamio, Garibay descubrió la riqueza de la lengua náhuatl y de los textos en ella, Manuel Gamio fue el pionero de la moderna antropología en México, de alguna manera, son continuadores de la magna obra de Francisco Hernández y de Fray Bernardino de Sahagún”, apuntó. Durante su charla, León Portilla recordó que el término encuentro de dos mundos, se introdujo por motivo del Quinto Centenario, ya que “antes sólo se hablaba del descubrimiento”. “Yo te descubrí, como si fueras una piedra o como si fueras alguien que no tiene participación activa, en cambio, si nos encontramos, yo trato de tener imágenes tuyas y tú estás teniendo imágenes mías, y eso fue, eso fue, aquí tenemos, en ese encuentro hubo violencia, hubo choque, si ustedes buscan la palabra encuentro en el diccionario de la (Real) Academia, verán que dice la primera acepción, choque de ejércitos que se encuentran, violencia y luego una segunda acepción o tercera, acercamiento, intento de comprensión”, aseveró. “Acuérdense del box: Encuentro a seis rounds, es a golpes, en cambio un encuentro amoroso es positivo, pues yo pienso que en ese encuentro, que fue la conquista en última instancia, su principal consecuencia, hubo efectivamente choque, destrucción, violencia, eso es imposible de negar, pero después hubo acercamiento, hubo diálogo y ciertamente el libro Tesoro Mexicano es elocuente de sentido”, explicó. “Este Tesoro Mexicano, esta nueva publicación que tenemos ahora ante nosotros. Yo la quiero enmarcar primero, añadiendo, comentando como lo han hecho mis dos distinguidos colegas y luego quiero reflexionar sobre lo que ha significado la obra de Hernández en México, junto con la obra de Bernardino de Sahagún, la obra de Sahagún, de alguna manera, no central, pero sí colateral, pero sí está presente en este libro, de hecho hay muchas imágenes procedentes del Códice Florentino, yo quiero enmarcar este libro como un acercamiento a algo que ha sido trascendental en la historia de este continente y también de modo muy particular en la de México”, mencionó. “Hubo ahí un encuentro de dos mundos, eso es no terrible, si no al revés, positivo, porqué fue positivo del encuentro que provoca Hernández y del encuentro que provoca Sahagún seguirán consecuencias muy importantes, pero mucho muy importantes para la ciencia universal”, destacó. “Aquí tenemos a dos grandes renacentistas, el que Sahagún se interesara a la conversión de los indios, era asunto de él, añade que le importaba hacer con todo vigor, hacer la investigación, nada más les voy a decir esto, a propuesta nuestra, con el apoyo del INAH, con el apoyo de la UNAM, conseguimos el año pasado en octubre, los primeros días, que la Unesco declarara y que pusiera en la lista de la memoria del mundo la obra de Sahagún, qué quiere decir, que esta obra es tan valiosa que concierne a la gente de cualquier lugar enterarse de ella, yo pienso que la obra de Hernández deberá también ingresar en la memoria del mundo, por eso este libro que estamos comentando es un tesoro en sí mismo, porque nos está acercando al gran tesoro”, concluyó.
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