El ex alcalde del Carmen, González López, implora por su libertad bajo caución, pero la jueza de consigna no le hace caso y resuelve mantenerlo bajo prisión durante un año. Por Ronny Aguilar SAN FRANCISCO KOBEN, CAMPECHE, Cam. 2 de septiembre del 2016.- El ex alcalde del Carmen, Enrique Iván González López, se dijo “víctima de muchas de las personas de la nueva administración”, durante la audiencia de ayer, donde resultó vinculado a proceso, y con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, juró por su madre y sus hijos que no se evadiría de la justicia; aun así, estará un año en prisión preventiva. Ayer, durante la audiencia en la que resultó vinculado a proceso, el ex presidente municipal carmelita rompió el silencio y argumentó y suplicó que le dejaran llevar su juicio en libertad, incluso se dijo “víctima de la nueva administración”, pero no abundó más en el tema, y aunque estará un año en el Centro de Readaptación Social (Cereso), estará en un área especial para ex funcionarios públicos. Hay que recordar que Enrique Iván estuvo señalado por actos de corrupción, cuando fue delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), hechos que lo llevaron a una inhabilitación de 10 años de las dependencias federales, asimismo, fue quien inició los desvíos de recursos en la Secretaría de Salud, hecho por el que ahora está preso Alfonso Cobos Toledo, quien lo sucedió en el puesto de secretario de salud. Fueron unos minutos en los que Enrique Iván habló en su vinculación a proceso, los cuales aprovechó para decir que él cree en la justicia mexicana, tanto estatal, como federal, y que es una víctima de muchas personas de la nueva administración, juró por su madre y sus hijas su inocencia, tal es el caso que dijo que trabajó en coordinación con la Auditoría Superior de la Federación, ya que es un hombre que le gusta enfrentar sus responsabilidades. Solicitó a la jueza que le aplicara la medida cautelar que se deseara, siempre y cuando no fuera la prisión preventiva, ya que se declaró con miedo, pues había delincuentes de alta peligrosidad, “gente de verdad mala”, juro por Dios que se presentaría cuando se lo requieran, además de argumentar un muy mal estado de salud que lo aqueja por fallas renales y cardiacas. Ninguno de los anteriores argumentos y súplicas le resultaron validos a la jueza, que había tomado premeditadamente la determinación de aplicar la medida cautelar de prisión preventiva hasta por un año.