En América Latina representa el 6.7 por ciento del Producto Interno Bruto Por Gloria Analco SemMéxico CIUDAD DE MEXICO, D.F. 2 de septiembre del 2016.- La evasión fiscal, que en América Latina llega a 340 mil millones de dólares y representa 6.7 por ciento del PIB regional, obstaculiza implementar los programas sociales y dar mayor impulso a las políticas de género. Ese resultado se debe principalmente al bajo nivel de tasas impositivas efectivas en la región, especialmente entre quienes registran los más altos ingresos, según el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2016 de la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (CEPAL). Por ello, considera que la evasión tributaria constituye uno de los principales puntos débiles de las economías de América Latina para hacer frente a sus gastos en materia social, impide la distribución de la riqueza que generan y atrasa las políticas implementadas para la igualdad social y de género. Estima que en 2015 ascendió a un monto equivalente a 2.4 puntos porcentuales del PIB regional tan sólo en el caso del impuesto al valor agregado (IVA) y 4.3 en el impuesto sobre la renta, lo cual suma 340 mil millones de dólares, 6.7 del PIB total. Pero las pérdidas de ingresos fiscales, afirma, también se extiende a los flujos financieros ilícitos derivados del comercio internacional que constituyen una fuente considerable de pérdidas de recursos tributarios, ya que se ha visto que cuanto mayor es la inserción en la economía mundial, mayor es la posible erosión de la base tributaria. Esos flujos ilícitos, producto de la manipulación de precios del comercio internacional, representaron el 1.8 del PIB regional, lo cual significó 765 mil millones de dólares entre 2004 y 2013, y dos tercios de esa cifra se deben a la sobrefacturación de las importaciones y un tercio a la subfacturación de las exportaciones. El documento señala que la evasión del impuesto sobre la renta de las empresas y de las personas llega a más de 60 por ciento en algunos países, donde se observa “una llamativa dificultad” para disminuir esos indicadores en un entorno, además, de menor dinamismo económico. Peor aún, indica que pese al enorme riesgo de sufrir una pérdida sustancial de recursos tributarios potenciales, la información disponible para cuantificar la magnitud del problema parece mantenerse oculta. La CEPAL considera que para combatir la evasión se requieren cambios administrativos en las estructuras tributarias de los países para mejorar la recaudación y la progresividad, sobre todo por los altos niveles de la informalidad en la economía, la pobreza y desigualdad económica y social. También algunos países enfrentan, agrega, una pobre calidad institucional y la escasa conciencia y educación fiscal de los contribuyentes. Precisa el documento que las reformas tributarias implementadas en los últimos años sólo han reflejado un moderado crecimiento del nivel de la recaudación impositiva de los países latinoamericanos, y en la mayoría de ellos la carga tributaria todavía es baja con respecto a su nivel de desarrollo.