Teresa Forcades defiende la despenalización del aborto Por Kara Castillo, corresponsal SemMéxico PUEBLA, Pue. 28 de agosto del 2016.- Teresa Forcades, monja benedictina, defendió la despenalización del aborto y aseguró que la decisión de interrumpir un embarazo es indisociable de la autodeterminación de la madre y su libertad personal, haciendo imposible obligar a la mujer a dar a luz penalizando su decisión, sin violar la libertad de ésta. Sor Teresa, teóloga graduada en Medicina interna por la Universidad de Nueva York, con estudios en Harvard y con un doctorado en la Universidad de Barcelona, impartió hoy la Conferencia Magistral “Desafíos para construir el Buen Vivir y Restaurar el Tejido Social en tiempos del neoliberalismo” en la Universidad Iberoamericana evidenciando el conflicto entre dos derechos fundamentales: el derecho a la vida y el derecho a la autodeterminación. “Creo que no se debe imponer a una mujer que continúe un embarazo. Creo que la actitud que respeta la libertad de la mujer es la más cercana a la manera en que yo creo que Dios nos trata”. Describió que cuando entran en choque estos dos derechos fundamentales: el de la vida y el de la autodeterminación, el Magisterio Católico ha privilegiado, para el caso del aborto, el de la vida. Sin embargo, Teresa aseguró que este principio no siempre se lleva a cabo en otras esferas, aunque el conflicto ético sea el mismo. “Si tenemos un padre católico que tiene un riñón compatible para ser donado para salvar la vida de un hijo ¿Cuál es el principio de moral católica que permite que no se le imponga hacerlo?. La iglesia católica en este caso se limita a recomendar al padre que done el riñón, no le amenaza con excomulgarle”, dijo además señaló que tampoco hay un estado persiguiendo su decisión legalmente. Explicó que en 2009, cuando fue expuesto este razonamiento al Vaticano, sólo en Estados Unidos había 90 mil personas que necesitaban un trasplante de riñón y de estas había de tres a cuatro mil personas que morían cada año porque no conseguían hacerlo. La exposición de este argumento dirigido a la más alta jerarquía católica, -cuando una parte del clero acusó le acusó de “incendiar la iglesia”- nació en justo en una comunidad religiosa, cuando un sacerdote jesuita necesitaba un trasplante y sólo acudieron 11 religiosos a realizarse las pruebas pre-operatorias para salvar la vida al sacerdote. Al final de la conferencia en la que desmontó los mecanismos de los tratados comerciales internacionales y los estados, destacó la máxima que un ser humano no debe ser considerado como un medio para salvar la vida de otra persona o grupo de personas. “El ser humano es siempre un fin en sí mismo y no un medio. La iglesia incluso se opone a la instrumentación de una vida”. “Yo no digo que sea igual abortar o no, sino que es necesario ayudar a la madre a tomar una decisión a favor de la vida, pero respetando su decisión última” La teóloga recomendó a manifestantes pro-vida que acusan a “madres asesinas” porque se han opuesto a con su cuerpo salvar la vida de un inocente, ser coherentes con lo que exigen y firmar un formulario para donación de riñón y ofrecer realmente la oportunidad para salvar una vida. “Si quien tiene el dedo acusador señalando a una mujer, firmara este compromiso médico, aunque yo no esté de acuerdo tendría que respetar su protesta; pero si no, les aplicaría el pasaje del Evangelio donde Jesús se refiere a los Fariseos como “Hipócritas que les colocan a los demás cargas enormes mientras ellos no están dispuestos a moverlo con un dedo”.
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