CIMACFoto: César Martínez López Por Lydia Cacho/Cimacnoticias Todo comenzó en el momento en que el primer ministro recibe un mensaje de que la princesa de su país había sido secuestrada por un grupo criminal. La petición de rescate es muy clara: el primer ministro debe tener sexo con un cerdo, debe ser grabado y transmitido en vivo, de lo contrario el gobernante será responsable del homicidio de la princesa más querida de su país. La...