Por Nínive García No es reciente el conflicto con los artesanos (que por cierto, creo que son mayoritariamente artesanas), que desean instalarse en el Centro Histórico de la ciudad de Campeche. No pretendo efectuar un análisis profundo del caso, ni de quienes se han visto involucrados, sin embargo, considero necesario que como sociedad nos planteemos algunas preguntas al respecto, no sin dejar de subrayar que son también parte de la sociedad los medios de comunicación que prácticamente se han convertido en replicadores de las declaraciones de funcionarios. Y bueno, las preguntas que ahora considero necesario hacer, son: 1.- ¿En qué inciso, capítulo u fracción del acuerdo del nombramiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad (o las reglas del Programa Ciudades Patrimonio Mundial o de la Humanidad), se prohíbe que artesanos o artesanas –que en nuestro país son parte importante de la preservación de tradiciones y productos considerados parte de la identidad de un pueblo–, jamás, nunca, podrán instalarse temporalmente en el polígono o alrededores del área que tiene el nombramiento? 2.- ¿En qué estamos pensando cuando creemos el argumento absurdo y violento del gobierno, de que los ciudadanos no tenemos ningún derecho a hacer uso de nuestros espacios? 3.- ¿En qué momento hemos dejado que el autoritarismo se ciña por sobre nuestros derechos de disfrutar nuestros espacios, nuestra ciudad, nuestro patrimonio. La tierra de nuestras ancestras, que se levantó sobre la sangre de nuestras etnias? 4.- ¿Por qué se ha permitido que un grupo de mujeres artesanas haya sido violentado de tal forma, despedazando sus mantas de protesta? Ya en el pasado fueron echadas con lujo de violencia también. 5.- ¿Por qué no se ha cuestionado la falta de capacidad de diálogo de las autoridades municipales y estatales en este caso, en el que la violencia ha sido el principal recurso de forma arbitraria y vulgar? 6.- ¿Qué estamos pensando como sociedad que no nos levantamos para ir en contra de las violaciones a los derechos de gente que no pertenece a las familias adineradas y con influencia política, que tienen que despertar todos los días para preocuparse y ocuparse de ganar el sustento de sus familias, y que debido a la pobreza no han podido tener oportunidades de estudio y de mejoramiento económico? 7.- ¿Por qué los medios han evitado contraponer las mismas políticas públicas (si es que así pueden llamarse) para el autoempleo, fomentadas a través de las instancias federales tiempo atrás para los famosos changarros, contra las acciones de las instancias municipales y estatales que niegan la posibilidad a los ambulantes de ocupar una esquina y que hoy a los artesanos les impiden la plaza de la capital de su estado? 8.- ¿En qué están pensando esos funcionarios de cuarta, incapaces de dar alternativas y que ejecutan venganza y revanchismo político contra un líder de la sociedad civil? El “desarrollo” que tantos nos vendieron, terminó con las tiendas de la esquina, con los abarrotes, misceláneas, tendejones, para abrir paso a los Oxxo, a las plazas, a los supermercados, aniquilando pequeñas economías que estaban fundamentalmente en manos de nuestros ancianos, de nuestros abuelas y abuelas. Qué triste es ver como se violenta la dignidad de las personas en una tierra que por cierto, es vista en el exterior como sinónimo de amabilidad, de buen trato. Un gobierno incapaz de dialogar, sin personas inteligentes para mediar, para ofrecer alternativas, para ver en realidad por el bienestar de su pueblo, se convierte en vergüenza. Finalmente vemos un gobierno municipal y estatal, sátrapa, vulgar, nefasto.