DestacadosNacionalFox, Calderón y Peña desaprovecharon auge petrolero: ASF

admin02/03/2016

1pre La Auditoría Superior de la Federación consideró que entre los años 2000 y 2014, los dos presidentes panistas y el priísta tuvieron ingresos excedentes en la hacienda pública de México, pero en lugar de ahorrar y reducir el nivel de endeudamiento, incrementaron el gasto público. Por Daniel Sánchez CIUDAD DE MEXICO, D.F. 1 de marzo del 2016.- La Auditoría Superior de la Federación (ASF) consideró que los panistas Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa y el priísta Enrique Peña Nieto desaprovecharon entre los años 2000 y 2014, el auge petrolero con ingresos excedentes en la hacienda pública de México, sino por el contrario, incrementaron el gasto público, en su mayoría corriente. “De 2000 a 2014, se presentó un auge petrolero con ingresos excedentes en la hacienda pública de México; sin embargo, no se aprovechó para generar ahorro de largo plazo, ni para reducir el nivel de endeudamiento o implementar una política fiscal contracíclica” (se denominan contracíclicas las variables que tienden a actuar como estímulo durante la contracción), expresó. “Por el contrario, se incrementó el gasto público, en su mayoría corriente que es incremental, inercial y se mantiene independiente del ciclo económico, lo cual ha generado dificultades para su financiamiento, debido a la caída del precio del petróleo desde el último trimestre de 2014”, puntualizó. El organismo fiscalizador manifestó que “en un entorno de menores ingresos del sector público y de una estimación moderada de crecimiento económico para 2015 y 2016, además del inminente aumento de las tasas de interés que incrementará el costo financiero de la deuda pública, a principios de 2015, el Ejecutivo Federal anunció reducciones al gasto, lo cual constituye una política procíclica (se denominan procíclicas las variables que profundizan los efectos del ciclo económico, es decir que agravan las recesiones). “Esta situación dificulta que el gobierno federal implemente la regla fiscal de límite máximo al gasto corriente estructural como medida contracíclica”, indicó. Al hacer un análisis del Balance Estructural del sector público presupuestario federal, la ASF señaló que los países que adoptaron la regla fiscal basada en el BE, muestran resultados positivos en materia de política fiscal, debido a que permite obtener ahorros en la etapa alta del ciclo económico y utilizarlos en la etapa baja del ciclo, y las finanzas públicas se ajustan por efectos del ciclo económico, lo cual genera mayor confiabilidad, credibilidad y certeza a los agentes económicos respecto de la política fiscal”. “La estimación del Balance Estructural efectuada por la ASF muestra que de haberse aplicado esta regla, en el periodo de 2000 a 2014, el ahorro de largo plazo habría permitido hacer frente a las caídas de ingresos y contado con recursos equivalentes a 5.3 por ciento del PIB al 31 de diciembre de 2014, sin considerar los rendimientos financieros, recursos con los que hubiera podido contar el gobierno federal para hacer frente a la disminución de los ingresos estimados para 2015 y 2016”, explicó. “Por lo anterior, es conveniente que la Cámara de Diputados considere establecer en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, una regla fiscal basada en el Balance Estructural que permita ajustar cíclicamente los ingresos y gastos del sector público, así como los ingresos transitorios, a fin de que el Ejecutivo Federal pueda instrumentar una política fiscal contracíclica, que permita hacer frente a la disminución de los ingresos en la etapa recesiva de la actividad económica”, propuso. “Además, es conveniente formar grupos técnicos de expertos que consideren las mejores prácticas internacionales para establecer y aplicar metodologías para estimar las principales variables asociadas con la regla fiscal, entre las que se encuentran las elasticidades de los ingresos y los gastos relevantes para las finanzas públicas, el precio de petróleo de mediano plazo, la proyección del PIB real y el cálculo del PIB Potencial, elementos necesarios para la planeación hacendaria en un marco de sostenibilidad a mediano y largo plazos”, asentó. Análisis de la sostenibilidad de finanzas y deuda públicas La Auditoría Superior de la Federación realizó la Auditoría Estudio a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para “evaluar las reglas fiscales establecidas en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y en su Reglamento, en relación con el balance estructural del sector público presupuestario federal, y analizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y de la deuda pública”. Recordó que antes de 1990, la experiencia fiscal de un amplio número de países se caracterizaba por la persistencia de altos déficits públicos, una alta volatilidad macroeconómica, acumulación de la deuda pública y la aplicación de políticas fiscales procíclicas, que afectaron la sostenibilidad de las finanzas públicas. “Para enfrentar dicha problemática, los países decidieron adoptar reglas fiscales asociadas con los ingresos, los gastos, la deuda y el balance, con el objetivo de garantizar la disciplina presupuestaria y la sostenibilidad de las finanzas, de la deuda pública y de mejorar la postura fiscal”, agregó. “Las reglas fiscales son una restricción en la política fiscal, en términos de un indicador fiscal agregado, que define una meta numérica para un periodo, con el fin de orientar la política fiscal, y que sea fácilmente operada, monitoreada y de carácter público”, abundó. “Dichas reglas deben estar compuestas principalmente por una meta cuantitativa; ámbito de competencia (nacional y subnacional); una cláusula de escape, así como un mecanismo que permita controlar y sancionar su incumplimiento”, apuntó. Aseguró que durante los últimos 25 años, la implementación de reglas fiscales a nivel mundial se generalizó, debido a las crisis bancarias y de deuda, así como a la necesidad de varios países de calificar para formar parte de la zona euro. “En las economías emergentes, desde la primera década del 2000, muchas adoptaron más de una regla y reformaron sus marcos fiscales, y recientemente como una respuesta a la crisis económica y financiera de 2008 y 2009. En 2015, 89 países aplican reglas fiscales, los cuales generalmente efectúan una combinación de ellas con sustento legal en la constitución, leyes específicas y tratados internacionales. Se aplican en distintos ámbitos y periodicidad”, mencionó. “Una de las principales reglas fiscales adoptadas para evitar la prociclicidad de la política fiscal consiste en el balance público estructural (BE) o cíclicamente ajustado, que implica una regla fiscal de mediano plazo. El BE es un elemento fundamental en el logro de la disciplina y sostenibilidad fiscal”, expuso. “La regla fiscal basada en el BE ha sido implementada en países como Australia, Canadá, Suiza y Nueva Zelanda, y en América Latina, Chile desde 2001, Colombia en 2012 y Perú a partir de 2015, como medida de evaluación de la política fiscal, guía presupuestal y/o meta fiscal. Asimismo, la regla fiscal de BE fue propuesta para su incorporación en el marco legal de los países que integran la Unión Europea (UE)”, citó. Un deficiencia, no contar con seguro de desempleo Como resultados, el organismo fiscalizador sostuvo que para este estudio, se toma como base el modelo publicado por el Banco Mundial, con ajustes al contexto de la economía mexicana y estimado conforme a la legislación vigente. “Al relacionar el componente cíclico del PIB con el componente cíclico de las principales variables fiscales en el periodo de 1993 a 2014, de manera trimestral, se encontró una relación significativa en el Impuesto sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el impuesto sobre importaciones, y en menor medida, el Gasto Corriente Estructural; sin embargo, no se detectó relación significativa entre el componente cíclico del PIB y el de los Derechos sobre Hidrocarburos, debido a que esta variable está asociada con el mercado internacional del petróleo, por lo que su ajuste se efectuó con precios relativos”, aseveró. “Para definir el ajuste que se debe realizar en los ingresos identificados se considera la elasticidad respecto del ciclo económico y petrolero, de esta forma se pueden aprovechar las etapas de auge en los ciclos y generar ahorros y utilizarlos en la parte baja para estimular la economía”, comentó. Afirmó el BE se determina como la diferencia entre el balance observado y el ajuste cíclico total, es decir, el que considera tanto a los ingresos no petroleros como petroleros, independientemente de que estos últimos pertenezcan a un ciclo internacional, se ajustan por precios relativos, y se consideran en el componente cíclico para excluirlos del balance observado. “Por el lado del gasto, no se realizó ajuste cíclico y se consideró una elasticidad igual a cero, debido a que las finanzas públicas mexicanas no tienen estabilizadores automáticos, y no se cuenta con un seguro de desempleo”, añadió. “El ajuste cíclico total de los ingresos corresponde al ahorro que se habría generado, con una regla basada en BE, al considerar que el gasto queda determinado por el ingreso estructural. Para el periodo de 1993 a 2014, este monto se estima preliminarmente en 7.2 por ciento del PIB, mientras que de 2000 a 2014, sería de 5.3 por ciento, al considerar la totalidad de compensaciones para las caídas de ingresos en esos periodos. En ambos casos, el mayor ahorro está determinado por el aprovechamiento de la etapa alta del ciclo petrolero”, significó. “Una ruta de balance público sostenible implica que no es posible mantener déficits por un periodo prolongado, si no son compensados por superávits en el mediano plazo. En este sentido, los resultados de una regla fiscal basada en un BE muestran que de haber aprovechado la fase alta del ciclo, en especial el petrolero, se habría generado ahorros suficientes para amortiguar la caída de los ingresos petroleros, lo que habría fortalecido la sostenibilidad de las finanzas públicas”, concluyó.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Síguenos