 Por Manuel Ramos Herrera  También suelen decir que “no hay condiciones” cuando se trata de algún tema espinoso, o cuando uno no está de acuerdo con algo pero carece de argumentación que sustente la particular fobia.  Dicen que Don Porfirio Díaz solía salir con un “no estamos listos”, cuando alguien le tocaba el tema de su relevo en la silla presidencial.  La misma expresión he podido escuchar en cuestión de matrimonio igualitario, la llegada de algún otro partido al poder o, el tema actual, la legalización de la marihuana.  Lo que me intriga, lo que, de plano, no entiendo, es el significado de ese tan recurrido… “argumento”.  Hoy apareció la misma declaración en la voz de un diputado de los que dicen ser de “izquierda”. “México no es Holanda (innegable)” y “no estamos listos”.  Lo mismo ha dicho el secretario de Gobierno, así que me queda claro que no se trata de una cuestión de ideología.  Pero aún no logro entender el significado de tan usada expresión.  ¿No estamos listos para su legalización? Esa de plano que no la entiendo ¿Por qué no estamos listos? ¿Porque no somos Holanda? No, pos ya nos jodimos, nunca seremos Holanda, semos México.  ¿No estamos listos para la marihuana? ¡Uta! México tiene una larga tradición con la Cannabis, hasta en nuestras canciones folclóricas se le mienta.  Hasta donde he podido investigar, producimos algo así como el 18% de la mota en el mundo.  ¿Qué diablos se necesita para “estar listos”?  Luego también se recurre mucho al “no hay condiciones para…”. Esa la suelen usar los políticos, sobre todo cuando se trata de algo que atenta en contra de su estatus. Y yo que siempre creí que los políticos deben construir esas condiciones. A lo mejor y esa creencia nace de mi incurable romanticismo.  Entiendo que cuando alguien recurre a ese “recurso” se trata de una confesión tácita de: a) se quedaron sin argumentos; b) desconocen el tema.  Lo grave es que esto se de entre quienes deberían ejercer un liderazgo de opinión.  Después de la resolución de la 1a Sala de la SCJN, escribí (con cierto júbilo, confieso) que por fin se abriría el debate. Semanas después, esto no se ha dado.  Las declaraciones de los entes tricolores sólo replican la presidencial postura de “no estoy de acuerdo” y se salen por la tangente de “hay que someterlo a consulta”.  Insisto, ¿por qué no se sometió a consulta la contra reforma energética?  Y aquí estamos, semanas después, y seguimos escuchando las mismas ocurrencias de siempre. Hoy, un pastor, de alguna de las diversas y múltiples representaciones de los que se autodenominan “cristianos”, nos salió con la perla de:  “legalizar la marihuana afectaría integridad de familias”.  No proporcionó razón alguna de tan aseveración, pero lo mismo lo dijo.  Cierto, todos tenemos derecho a opinar. Y también tenemos derecho a descartar cualquier opinión si esta carece de sustento lógico o por la experiencia.  Estemos listos, o no, el problema lo tenemos hoy.  El giro en los USA nos da la pauta, y la legalización avanza, probablemente no tan rápido  como muchos queremos.  Para otros va demasiado rápido.  Lo grave, para el narco mexicano, se les termina esta rama del negocio.  El precio del “mexican brick” (ladrillo mexicano, se refiere a la mota prensada que llega desde México) va para la baja, y la calidad de la hierba local es considerada como baja, calidad callejera.  Hubo una época en que las sativas mexicas eran conideradas como “premium” allende la frontera norte. Hoy eso quedó atrás, las legendarias oaxacan top, acapulco gold, lima-limón o la mítica “cagada de mono”, son ya cosa del pasado.  Por el contrario, la industria legal de la marihuana en los USA está produciendo variedades de muy alta calidad.  Ahora, no sólo importamos petróleo desde los USA, ya fueron atrapados varios importadores de mota gringa. La guerra de Calderón acabó con esas famosas sativas, al ser de mayor tiempo de maduración, el narco mexica empezó a cultivar de la variedad índica, que tarda de dos a tres meses menos en ser comercialmente aprovechable.  Y el tiempo sigue su marcha, el tema sigue siendo marginal. Algún malpensado podría concluir que se están protegiendo los intereses del CO.  Usted ¿Qué cree? ¿Estamos listos?
  Por Manuel Ramos Herrera  También suelen decir que “no hay condiciones” cuando se trata de algún tema espinoso, o cuando uno no está de acuerdo con algo pero carece de argumentación que sustente la particular fobia.  Dicen que Don Porfirio Díaz solía salir con un “no estamos listos”, cuando alguien le tocaba el tema de su relevo en la silla presidencial.  La misma expresión he podido escuchar en cuestión de matrimonio igualitario, la llegada de algún otro partido al poder o, el tema actual, la legalización de la marihuana.  Lo que me intriga, lo que, de plano, no entiendo, es el significado de ese tan recurrido… “argumento”.  Hoy apareció la misma declaración en la voz de un diputado de los que dicen ser de “izquierda”. “México no es Holanda (innegable)” y “no estamos listos”.  Lo mismo ha dicho el secretario de Gobierno, así que me queda claro que no se trata de una cuestión de ideología.  Pero aún no logro entender el significado de tan usada expresión.  ¿No estamos listos para su legalización? Esa de plano que no la entiendo ¿Por qué no estamos listos? ¿Porque no somos Holanda? No, pos ya nos jodimos, nunca seremos Holanda, semos México.  ¿No estamos listos para la marihuana? ¡Uta! México tiene una larga tradición con la Cannabis, hasta en nuestras canciones folclóricas se le mienta.  Hasta donde he podido investigar, producimos algo así como el 18% de la mota en el mundo.  ¿Qué diablos se necesita para “estar listos”?  Luego también se recurre mucho al “no hay condiciones para…”. Esa la suelen usar los políticos, sobre todo cuando se trata de algo que atenta en contra de su estatus. Y yo que siempre creí que los políticos deben construir esas condiciones. A lo mejor y esa creencia nace de mi incurable romanticismo.  Entiendo que cuando alguien recurre a ese “recurso” se trata de una confesión tácita de: a) se quedaron sin argumentos; b) desconocen el tema.  Lo grave es que esto se de entre quienes deberían ejercer un liderazgo de opinión.  Después de la resolución de la 1a Sala de la SCJN, escribí (con cierto júbilo, confieso) que por fin se abriría el debate. Semanas después, esto no se ha dado.  Las declaraciones de los entes tricolores sólo replican la presidencial postura de “no estoy de acuerdo” y se salen por la tangente de “hay que someterlo a consulta”.  Insisto, ¿por qué no se sometió a consulta la contra reforma energética?  Y aquí estamos, semanas después, y seguimos escuchando las mismas ocurrencias de siempre. Hoy, un pastor, de alguna de las diversas y múltiples representaciones de los que se autodenominan “cristianos”, nos salió con la perla de:  “legalizar la marihuana afectaría integridad de familias”.  No proporcionó razón alguna de tan aseveración, pero lo mismo lo dijo.  Cierto, todos tenemos derecho a opinar. Y también tenemos derecho a descartar cualquier opinión si esta carece de sustento lógico o por la experiencia.  Estemos listos, o no, el problema lo tenemos hoy.  El giro en los USA nos da la pauta, y la legalización avanza, probablemente no tan rápido  como muchos queremos.  Para otros va demasiado rápido.  Lo grave, para el narco mexicano, se les termina esta rama del negocio.  El precio del “mexican brick” (ladrillo mexicano, se refiere a la mota prensada que llega desde México) va para la baja, y la calidad de la hierba local es considerada como baja, calidad callejera.  Hubo una época en que las sativas mexicas eran conideradas como “premium” allende la frontera norte. Hoy eso quedó atrás, las legendarias oaxacan top, acapulco gold, lima-limón o la mítica “cagada de mono”, son ya cosa del pasado.  Por el contrario, la industria legal de la marihuana en los USA está produciendo variedades de muy alta calidad.  Ahora, no sólo importamos petróleo desde los USA, ya fueron atrapados varios importadores de mota gringa. La guerra de Calderón acabó con esas famosas sativas, al ser de mayor tiempo de maduración, el narco mexica empezó a cultivar de la variedad índica, que tarda de dos a tres meses menos en ser comercialmente aprovechable.  Y el tiempo sigue su marcha, el tema sigue siendo marginal. Algún malpensado podría concluir que se están protegiendo los intereses del CO.  Usted ¿Qué cree? ¿Estamos listos?  
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