DestacadosSociedad CivilVulnerables, periodistas de los estados de la República: CIDH

admin04/10/2015

3per Agredidos, comunicadores que denuncian actos de corrupción, narcotráfico, delincuencia organizad y seguridad pública, donde existe presencia del crimen organizado y colusión con agentes estatales. Por Daniel Sánchez CIUDAD DE MEXICO, D.F. 3 de octubre.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) señaló que la violencia contra periodistas que denuncian actos de corrupción, narcotráfico, delincuencia organizada y seguridad pública, se ha agudizado en las entidades federativas, donde existe presencia del crimen organizado y colusión con agentes estatales. El organismo defensor de los derechos humanos aseguró que tanto en Veracruz, como en la mayor parte de las entidades federativas, el gremio periodístico se encuentra en una situación de vulnerabilidad en el ejercicio de su oficio. “En México, desde que células del crimen organizado vieron que era rentable meter miedo a los periodistas, se volvió el modus operandi”, dijo uno de los periodistas que asistió a la audiencia de la Comisión en Veracruz. “Es contradictorio y genera zozobra que supuestamente haya muchos operativos de inteligencia e investigaciones abiertas y sin embargo, no se puede encontrar a los responsables que ordenaron los crímenes”, apuntó. La CIDH manifestó que ha visto con preocupación el aumento acelerado en las agresiones de distinto tipo y homicidios de periodistas y comunicadores en México. Según ha registrado la Relatoría Especial, en la última década, 67 periodistas fueron asesinados, seis de ellos en el 2014 y seis más en lo corrido del 2015. En efecto, durante la última década, la Comisión afirmó que ha utilizado su mecanismo de medidas cautelares, a fin de solicitar a México que proteja a un número importante de periodistas que han sido desaparecidos o sufren actos de hostigamiento y amenazas. “La violencia contra comunicadores se ha visto especialmente agudizada en las entidades federativas, en donde existe presencia del crimen organizado y colusión con agentes estatales. De acuerdo a la información disponible, los periodistas víctimas son aquellos que han denunciado actos de corrupción administrativa, narcotráfico, delincuencia organizada, seguridad pública y asuntos relacionados”, expresó. La CIDH observó con preocupación la información recibida sobre la posible participación y la pasividad de agentes estatales frente a algunos de estos hechos. Durante la visita in loco, la CIDH recibió a organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa de la libertad de expresión y a periodistas durante las audiencias celebradas en el Distrito Federal y visitó el estado de Veracruz, donde desde 2010 a la fecha, se han registrado 15 asesinatos de periodistas y múltiples agresiones por parte de actores estatales y privados, de los cuales la mayoría permanecen en la impunidad. Durante la visita, el ombudsman de la OEA constató que en Veracruz, el periodismo se ejerce en un ambiente de precariedad laboral, inseguridad y falta de protección por parte de los propios medios hacia los periodistas. “Tanto en este Estado, como en la mayor parte de las entidades federativas, el gremio periodístico se encuentra en una situación de vulnerabilidad en el ejercicio de su oficio”, abundó. “En México, desde que células del crimen organizado vieron que era rentable meter miedo a los periodistas, se volvió el modus operandi”, mencionó uno de los periodistas que asistió a la audiencia de la Comisión en Veracruz. “Es contradictorio y genera zozobra que supuestamente haya muchos operativos de inteligencia e investigaciones abiertas y sin embargo, no se puede encontrar a los responsables que ordenaron los crímenes”, añadió. Vienen más ataques en elección del 2016 La CIDH también tuvo conocimiento de ataques a medios de comunicación durante el proceso electoral de 2015, algunos de ellos contra la infraestructura, robo de equipos, amenazas y ataques cibernéticos. En los próximos meses, varios estados, incluido el de Veracruz, celebrarán elecciones, lo que aumentará los factores de riesgo para esta profesión. De otro lado, durante el 2014, la CIDH también recibió información sobre graves hechos de violencia y detenciones arbitrarias registradas en el desarrollo de protestas que habrían afectado a decenas de manifestantes y periodistas. A los hechos de violencia, se suma la falta de una acción decidida por parte del Estado para investigar y sancionar a los responsables, tanto materiales, como intelectuales, de estos crímenes, provocando un estado de impunidad respecto de las agresiones de las que son víctimas los periodistas y comunicadores. A pesar del avance que significa la existencia de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) y la reforma constitucional que en 2013 le otorgó la facultad de atracción de las investigaciones de crímenes contra la libertad de expresión, aún existen grandes desafíos políticos y jurisdiccionales que deben sortear la fiscalía especializada y los organismos de procuración de justicia locales para reducir los altos índices de impunidad. La falta de resultados completos en las investigaciones, la reticencia de la FEADLE a atraer a su jurisdicción los crímenes más graves, sumado al aumento de agresiones, hace que la autocensura se convierta en la alternativa para que los periodistas salvaguarden su integridad personal y su vida, con el consiguiente deterioro del derecho a la información de las comunidades en su conjunto. Por otra parte, la CIDH tomó nota de algunas dificultades que enfrentan las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos y sus familiares para acceder a información pública. El Estado mexicano aprobó la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en cuyo marco se otorgó al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) la atribución de desclasificar la información relativa a graves violaciones a los derechos humanos, no obstante, la nueva legislación estableció que esa decisión puede ser impugnada por la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República cuando medien razones de seguridad nacional. Esto ya ha producido impugnaciones ante la Suprema Corte de Justicia, además de dilatar el acceso a la información clave para investigar estas graves violaciones. Tampoco existe claridad respecto de cuales van a ser los lineamientos o los criterios que se aplicaran para tomar una decisión. Durante la visita in loco la Comisión tomó conocimiento de un progresivo retroceso en la política de transparencia activa e información pública de las muertes de civiles y militares en operativos de seguridad, en particular cuando intervienen las fuerzas armadas. En ese sentido, se ha reportado que los organismos de defensa han dejado de informar periódicamente sobre muertes ocurridas en operativos y en los últimos dos años los medios de comunicación y las organizaciones sociales han debido acudir al uso del recurso de acceso a la información para acceder parcialmente a esta información, tanto a nivel nacional como estatal. No funciona el mecanismo de protección Sobre el mecanismo para la protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas, la Comisión expuso que en 2012, se aprobó la ley, mediante la cual se adoptó el mecanismo de protección para defensores de derechos humanos y periodistas. La CIDH saludó la adopción del mecanismo se hizo en cumplimiento a una recomendación hecha por la CIDH y la ONU en 2010. En sus inicios, agregó, “el mecanismo enfrentó dificultades relacionadas con la recepción de solicitudes, la valoración del riesgo de los solicitantes y los procesos internos para la decisión de otorgar medidas. Al mismo tiempo se reportaron dificultades administrativas, como un alto índice de rotación de su personal y la falta de capacitación del mismo”. “De acuerdo con la información disponible, el mecanismo ha mejorado sus procesos internos para tramitar las solicitudes de protección, así como registra un aumento de personal y capacitación del mismo”, abundó. “Sin embargo, siguen existiendo retos importantes para garantizar la protección de los solicitantes. Desde el 2012 hasta la fecha, el mecanismo informó que hay 463 beneficiarios de medidas de protección, de los cuales 190 son periodistas y 273 defensores y defensoras. La Comisión observa que esta evolución deberá ser fortalecida con elementos tales como: la sostenibilidad financiera en el tiempo, el desarrollo de una política de prevención, la promoción del mecanismo en las entidades federativas -donde no se lo conoce-, la coordinación con las autoridades locales -algunas de las cuales no tendrían la voluntad política de colaborar- y la falta de confianza por parte de algunos sectores de la población objeto”, asentó. Además, manifestó que “existe la necesidad de que el mecanismo de protección se articule con las entidades encargadas de  investigar las agresiones, como la CIDH lo ha señalado en otras oportunidades “el medio más eficaz para proteger […] es investigar eficazmente los actos de violencia y sancionar a los responsables”. Esto permitiría al programa ganar confianza entre la población que debe atender. “Sin perjuicio de los avances señalados, en el contexto de amenazas, hostigamiento, desapariciones y asesinatos de periodistas y de defensores y defensoras de derechos humanos, la Comisión recibió con preocupación información sobre la persistencia de desafíos en el funcionamiento del Mecanismo. Según la información recibida, el mecanismo tendría deficiencias administrativas y operativas de distinta índole”, mencionó. “La demora en la implementación de las medidas y la falta de seguimiento a la efectividad de las mismas, deficiencias en el funcionamiento de los botones de pánico y la consiguiente falta de respuesta por parte del mecanismo, son las falencias más mencionadas por algunos beneficiarios y organizaciones de la sociedad civil. La CIDH, también tuvo conocimiento de la carencia de perspectiva de género en la evaluación y adopción de las medidas de protección, así como el enfoque diferencial frente a líderes indígenas”, añadió. Asimismo, la CIDH también valoró como positivo la creación de la Comisión de Atención a Periodistas en Veracruz, encargada de la implementación del mecanismo de protección a periodistas en ese Estado crítico para el ejercicio del periodismo. A la fecha este mecanismo ha otorgado medidas a  un número importante de periodistas, pero afronta el reto de ganar la confianza de una parte importante del gremio periodístico y garantizar su financiamiento y autonomía del gobierno en el largo plazo. “La CIDH también tomo conocimiento de la aprobación de una ley para la protección de periodistas en el Distrito Federal y estará atenta a la implementación integral del mismo”, concluyó.

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