DestacadosEcologíaCon “sensorama” y mural, enseñan a niños mayas importancia de la abeja

admin21/09/2015

La asociación civil Muuch-Kambal (Trabajando Juntos) concientiza a los menores de Los Chenes sobre la autonomía alimentaria y el daño de la siembra de transgénicos y el uso de pesticidas. Inicia en San Juan Bautista Sahcabchén. SAN JUAN BAUTISTA SAHCABCHÉN, HOPELCHEN, Cam. 20 de septiembre del 2015.- La asociación civil Muuch-Kambal (Trabajando Juntos) inauguró un “sensorama” para sensibilizar y concientizar a la infancia de la importancia de las abejas, para la autonomía alimentaria, el cual se replicará en todas las comunidades de Hopelchén, asimismo, hizo un mural en contra de la siembra de transgénicos y el vertimiento de pesticidas y agroquímicos. Leydi Araceli Pech Martín, integrante de Muuch-Kambal A.C., señaló que este es el arranque de una campaña que emprenderá para concientizar, principalmente a los niños, de la importancia de las abejas en el medio ambiente y en la alimentación. “Iniciamos en la comunidad de San Juan Bautista Sahcabchén el trabajo que estamos haciendo como organización, de llevar a las comunidades el sensorama, que es la simulación de un “hobón”, donde viven las abejas meliponas, este trabajo lo hacemos con los niños y las niñas de las comunidades; para sensibilizar y concientizar la importancia de nuestra abejita en el medio ambiente, sobre todo para la producción de nuestros alimentos”, explicó. De igual manera, como inicio de esta campaña, se inauguró un mural, en donde desde el arte urbano, se expresa la inconformidad de los jóvenes a la siembra de maíz transgénico, por lo que se está talando una de las últimas selvas del país, que se ubica en el municipio de Hopelchén “Lo llevaremos a todas las comunidades de Hopelchén, asimismo, inauguramos un mural en donde se plasma el descontento que tenemos en las comunidades y los problemas que están sucediendo, están afectando nuestra vida con las plantaciones de transgénicos y la liberación de agroquímicos y pesticidas que afectan a nuestras abejitas”, indicó Leydi Pech. El sensorama consta de una caja de alrededor de cuatro metros de ancho, por dos de largo, en el interior se encuentran unas grandes esferas amarillas incrustadas en las paredes, similar al interior de un panal de abeja melipona y los niños viven todo un proceso antes de entrar en su colmena. El proceso y como su nombre lo revela, tiene la intención de causar sensaciones a los niños, por lo que son formados a las afueras del panal, se le vendan los ojos para agudizar los otros sentidos e inmediatamente se inicia con el audio de un enjambre, las abejas retumban todo el lugar y se les piden que ellos se conviertan en abejas, que imaginen que vuelan por la selva de Hopelchén. Se les pasan algunas hierbas para simular el bueno y el contacto con las demás abejas y el sonido continúa, esto causa sensaciones en los menores que se entusiasman, gritan  y sonríen, se les proporciona miel para simular el sabor maravilloso del polén que mantiene viva la selva, después de eso, es hora de regresar al panal. Al entrar al sensorama, una luz tenue refleja el amarillo de las paredes, en las postulas hay más miel que ellos pueden comer, justo como lo hacen las abejas en los panales, al salir del sensorama, se les proyecta un video, en donde explican los procesos para qué las abejas generan miel.

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