Investigadores buscan que la especie produzca sus propios insecticidas naturales. El Proyecto está en su fase inicial, pero se espera que concluya en los próximos 8 años. CAMPECHE, Cam. 29 de marzo del 2015.- Investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) trabajan en la modificación genética de los cedros rojos del estado, para que produzcan sus propios insecticidas naturales contra las plagas. El proyecto aún está en su fase inicial, pero se espera que concluya en los próximos ocho años. Yuri Jorge Peña Ramírez, investigador titular de Ecosur y actualmente consejero coordinador del Consejo Consultivo Científico de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), señaló que existen varios tipos de organismos genéticamente modificados y entre ellos, están los transgénicos. “Son herramientas biotecnológicas que se utilizan en todo el mundo, para mejorar de una manera mucho más precisa los productos biotecnológicos que consumimos, desde alimentos hasta fármacos y muchas cosas que necesitamos, y los extraemos de la naturaleza y una manera de hacerlo más eficiente es con herramientas biotecnológicas”, explicó. “Una de las cuestiones más importantes es la generación de productos, que te permitan tener mejores productos, con menores costos y menor riesgo ambiental, entonces, una de las cuestiones claves para el desarrollo de variedades con menos impacto ambiental, es que podamos generar variedades que no requieran el uso de insecticidas”, apuntó. El especialista manifestó que el uso de insecticida es muy poco amable con el medio ambiente, porque su química no solo es contaminante, sino que es riesgoso para la salud, además de que se consume mucha energía en su fabricación, por lo que se está trabajando con los cedros rojos, para que estos produzcan sus propias defensas contra las plagas. “Imaginemos un producto que es un insecticida natural, que está en bacterias y en el suelo, que se llama Bacillus Thuringiensis (BT), el cual tiene la capacidad de darle diarrea a los insectos, así como a nosotros, es el cólera de los insectos, cuando un insecto come BT le da diarrea, muere, entonces cuando la gente arroja BT, protege al cultivo, porque se infecta el insecto y se muere”, agregó. “Qué pasa si nosotros hacemos que la planta produzca esa sustancia de BT, que no sea una bacteria, sino la propia planta produciendo el BT, entonces tenemos una planta transgénica, una planta que contiene el gen que le permite a la planta fabricar su propio insecticida, eso es la tecnología BT”, abundó. “Yo en lo particular, a lo que me dedico es a hacer una fusión, estos son los organismos transgénicos de primera generación, yo me voy a generación después, yo tomo las instrucciones, pero has de cuenta que las convertimos al idioma de una especie forestal tropical y ahora el cedro rojo tiene las instrucciones para fabricar ese BT”, puntualizó. Peña Ramírez dijo que el cedro ya tiene la capacidad de destruir a los insectos que se lo comen, y en particular, el cedro rojo es una especie forestal maderable que es muy atacada brutalmente por una larva de un barrenador que se come al árbol y el árbol crece bifurcado y un árbol bifurcado pierde su valor. Indicó que estas plantaciones de cedro son parte de la selva y no se deben echar insecticidas químicos a la selva, por lo que es necesario una herramienta tecnológica que la planta solita, sin que se tenga que hacer nada, produzca sus defensas. Mencionó que para que pueda llegar uno de estos cedros a los bosques tardará hasta 10 años, y que de momento, todo el trabajo es en el laboratorio y a nivel micro.