OpinionManifiesto por la Segunda Independencia de Campeche

admin01/02/2015

1ind Si el Hombre es ceniza, polvo, nada, tiene que crearse también su mundo como Dios lo hizo cuando estaba solo: María Zambrano. Por Héctor Malavé Gamboa 1.- El mundo se encuentra confundido, pero no está solo, está confuso porque se encuentra rebosante de ideas de cambio. Al mismo tiempo, nunca la calamidad de otros pueblos ha estado tan cerca de nosotros como lo está ahora. Pero también sus esperanzas, como es el caso de Bolivia. Las luchas son inevitablemente globales. La Guerras Por la Energía Global se han agudizado, el tiempo se ha vuelto cada vez más corto, los pueblos han decidido defender sus recursos de la explotación global, y los controles son cada vez más fuertes. El triunfo de los movimientos de la sociedad civil en Europa, Asía y Latinoamérica, también sus reveses y equivocaciones, son nuestros aciertos y retrocesos. No hay  recetas claras. Debemos escribir una página en la historia de las luchas globales por la liberación democrática, e imaginar nuevas ideas políticas. Ahora, lo tengo más claro que antes, es la tolerancia, la democracia, la diversidad social y cultural el camino; pero implica un nivel superior de conciencia ética, aquella que es capaz de tener una autonomía moral profunda, pero también aquella que es capaz desobedecer las normas si estás son motivadas por la injusticia. Cada pueblo con sus tradiciones de lucha defenderá sus intereses comunes de los grandes intereses particulares, muchos líderes por intuición o por reflexión han llegado a esta idea. Si ustedes examinan bien la historia política de Andrés Manuel López Obrador, han sido tres ejes: la lucha democrática, la defensa de la soberanía energética, y la huella estética de Carlos Pellicer. Porque finalmente la liberación para que sea completa tiene que tener una dimensión sensible. Ha habido momentos clave en la narrativa de vida de López Obrador, la toma de las instalaciones petroleras en 1994; los desafíos dentro de la misma izquierda tradicional mexicana; la lucha contra el desafuero, el Movimiento en Defensa de la Soberanía Nacional; la formación de Morena; pero ahora viene la lucha más importante, la calidad espiritual de los representantes de la transformación de México. ¡Aquellos que piensen que no tienen la altura ética para cambiar el rumbo de los tiempos, que mejor no lo intenten, porque los tiempos que se aproximan no aceptarán errores, ni cargos de conciencia! Estas elecciones estarán teñidas de duelo, Ayotzinapa nos enseña algo, que la memoria histórica es trágica, y es una de las razones por las que debemos dar la batalla de conciencia; no debemos olvidar el movimiento magisterial, ni tampoco el despertar democrático de los jóvenes de México. La dignidad moral es un soporte frágil y veraz que debe ser conducido con mucho cuidado. Morena es un movimiento social y un partido político surgido en un contexto neoliberal. Esto es, participa en los procesos electorales, que son una conquista democrática de la lucha histórica del pueblo de México. Pero también es un movimiento, porque surge de un despertar social en contra de las “reformas”, además que impulsa apoya y es solidaria con los movimientos sociales que el pueblo encabeza. Es consecuencia de las pasadas luchas sociales. De este tamaño es el aporte político de Andrés Manuel López Obrador a la ciencia política. La Cuarta República es el objetivo general de Morena como partido y movimiento social. La Primera República fue la Independencia, la Reforma, la Revolución y la Cuarta República, un Nuevo Pacto Social, en donde los ciudadanos y el pueblo tengan mayor participación, la utopía. Laydismo no es la continuidad, es una corriente política e histórica que surge de la ruptura con el régimen oficial y en contra de las políticas neoliberales que se estaban implementando en México. Se constituye como un movimiento de masas en 1997, después del fraude electoral, y que busca la transición social y democrática de Campeche por la vía electoral, la cultura de la protesta y la resistencia ciudadana. Por su carácter local, es la oposición más consistente y la mayor amenaza al totalitarismo de estado. La liberación de Campeche es un proceso inconcluso. La Primera Independencia de Campeche la encabezó Pablo García, fue un grupo de liberales y empresarios que lucharon en contra de fraude cometido en su contra, en 1867. La Segunda Independencia de Campeche inició contra el fraude electoral en 1997. La constancia y continuidad de la lucha social de la resistencia es el germen de la Segunda Independencia. “¡Nosotros no estamos luchando por una campaña política solamente, o en contra del peor de los candidatos posibles (aunque sea cierto),  no estamos luchando por una candidatura, estamos luchando por liberarnos de una dictadura histórica que nos oprime, de un principado que pretende extenderse, a través de la fuerza, por 91 años en Campeche. De ese tamaño es esta elección del 2015. Después del derrocamiento de la tiranía, podremos construir un Estado Nuevo con las fuerzas democráticas que de esa insurgencia social emanen, debemos asumir los riesgos del desafío democrático aún a costa de lo desconocido”.

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