DestacadosOpinionYo no olvido el año viejo

admin10/01/2015

10bet Por Roberto Grajales Terminó el 2014 y el expediente del gobernador Fernando Eutimio Ortega Bernés quedó marcado por la constante violación a los derechos humanos y por la omisión y la falta de voluntad de su gobierno para reparar los daños y castigar a quienes cometen estas violaciones. Quizás la violación de lesa humanidad más emblemática es la del asesinato de Dennis Abraham Trejo Canché, a manos de policías estatales y municipales en la comunidad de Bolonchén de Rejón. En este hecho, el gobierno del estado de Campeche se “lavó” las manos para quitar toda responsabilidad al gobierno de Ortega Bernés y evitar la destitución de Jackson Villacís, quien hasta el día de hoy, sigue siendo el secretario de Seguridad Pública y Protección a la Comunidad. Durante esta evidente violación de derechos humanos, la respuesta del estado fue violar los derechos humanos del comité ejidal que tomó las riendas del pueblo, cuando las autoridades de Bolonchén de Rejón huyeron despavoridas de la comunidad. Los citaron a una reunión en lo que se presume es una “casa de seguridad” del estado. En esta casa particular, sin ningún logo del gobierno o algo que la identifique como oficina gubernamental, ubicada en las cercanías de la Escuela de Turismo del Instituto Campechano, agentes de Gobernación estatal despojaron de sus teléfonos celulares a los ejidatarios, dejándolos totalmente incomunicados, para que pudieran tener una reunión con el secretario de gobierno, Roberto Sarmiento Urbina, y el subsecretario de Gobierno B, José del Carmen Cú Alayola. Hay que recalcar que el “encargado” de llevar a los ejidatarios fue un hombre llamado “Mario”, quien se identificó como “reportero” del periódico Tribuna. Ante esta clara violación de derechos humanos, la “ombudsman” (Las comillas son a propósito, pues ombudsman es un vocablo sueco que significa defensor del pueblo, lo que la presidenta de la CDHEC, Ana Patricia Lara Guerrero, no hace) afirmó: que en su análisis no habían encontrado elementos para decir que hubo violación de derechos humanos. Claro está que la Comisión jamás se ha parado (hasta el día de hoy) en la comunidad de Bolonchén de Rejón. Por la violación de lesa humanidad cometida contra Denis Trejo, hasta el día de hoy, dos meses después del brutal asesinato, no han emitido ningún juicio. Claro que esta no es la única vez que la “ombudsman” ha lavado las culpas del gobierno de Ortega Bernés, lo hizo también con la violenta represión al magisterio el 11 de septiembre del 2013; siete meses después de los hechos, la CDHEC declaró que no había “pruebas” para decir que hubo uso excesivo de la fuerza y violación de derechos humanos, a pesar de las fotografías y videos que el Colectivo Proderechos Humanos “El Caracol” A.C. documentó y entregó a esta instancia. A Ortega Bernés, poco le importan los derechos humanos, le importa más ser “recordado” por sus obras de infraestructura, cual emperador romano, y como emperador romano, ejerce su mano dura contra quienes se oponen a sus políticas neoliberales, autoritarias y fascistas y gasta millones de pesos, del pueblo por supuesto, en dar el “circo” de la pista de patinaje y las miles de lucecitas en el parque principal (¿o esa es Ana Martha? Da igual), violando el artículo 24 constitucional y el estado “laico”, el pan si nos lo debe, porque durante el 2014, la economía familiar de los campechanos se vino abajo, pero claro, se hinchó de coraje cuando los cañeros bloquearon la carretera (impulsados según él por las loqueras que ven en la televisión), porque se detuvo por unas cuantas horas, la economía empresarial del Estado. Pero claro, el “Purux”, fiel a su partido, sigue destruyendo calles para sus “megaobras”, aunque muchísimas estén inconclusas, con trabajos detenidos y otras listas mal hechas, que provoca que se tengan que destruir de nuevo. ¿Para el bienestar de los campechanos? Por supuesto que no, es más que evidente que así se pagarán las campañas electorales de los candidatos del PRI. No hay que ser “vidente astrológico” para saber que en este 2015, nos esperan más violaciones de derechos humanos, mas derechos humanos negados a las clases populares y marginadas, y más impulso y crecimiento a la burguesía nacional y extranjera, disfrazadas de progreso. Pero hay un pueblo que todo lo ve, y que ya está cansado y que en ese cansancio, hará real la profecía que cantara en sol mayor y al ritmo de la “jaula de oro” el juglar de los caminos: “Con su carne y su cuero, haremos chicharrón y con su pinche cebo, vamos a hacer jabón”. Tan-Tan.

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