El ilegítimo Alejandro Moreno fue a firmar a Cancún un Acuerdo para la Sustentabilidad de la Península de Yucatán, cuando aquí impulsa un modelo de agricultura industrial depredador y antiecológico, con la siembra masiva de soya transgénica y de palma africana.
Por Daniel Sánchez
CAMPECHE, Cam. 11 de diciembre del 2016.- En un acto más de incongruencia, el ilegítimo y espurio Alejandro Moreno Cárdenas fue a firmar a Cancún un Acuerdo para la Sustentabilidad de la Península de Yucatán, cuando aquí impulsa un modelo de agricultura industrial, con la siembra masiva de soya transgénica en Los Chenes y de palma africana en municipios del sur del estado.
Incluso, Moreno Cárdenas se dio el lujo de declarar falsamente que “desde los tres estados de la Península, se ha comenzado a generar la ola verde más grande de nuestra historia que debe convertirse en ejemplo nacional y mundial”, lo que queda en entredicho con la promoción del megaproyecto de palma, mejor conocido como el “desierto verde”.
Alejandro Moreno suscribió con sus homólogos de Yucatán, Rolando Zapata Bello y de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, el Acuerdo para la Sustentabilidad de la Península de Yucatán, en el marco de la 13ª Conferencia de las Partes (COP 13) sobre biodiversidad, pero el programa estratégico de la palma aceitera atenta precisamente contra la riqueza de la flora y la fauna de la cuenca del río Candelaria y el Area de Protección de Flora y Fauna “Laguna de Términos”.
En su intervención, “Alito” declaró que “ratifica su total convicción de trabajar en equipo para que el crecimiento económico se dé en un entorno de desarrollo sustentable, que asegure el cuidado y la protección del medio ambiente”, pero los programas y proyectos de la Secretaría estatal de Desarrollo Rural están destinados a impulsar el modelo agroindustrial de producción en la zona maya del Camino Real, con la entrega de maquinaria, el establecimiento de unidades de riego y el uso indiscriminado de pesticidas y fertilizantes.
En el colmo de su palabrerío, se atribuyó el establecimiento de un “régimen de áreas naturales protegidas, que lo posiciona como un “estado verde”, al contar con dos millones 341 mil hectáreas resguardadas, más del 41 por ciento de la superficie estatal”, cuando durante su administración no ha declarado ninguna nueva reserva natural estatal y las existentes fueron establecidas en los sexenios anteriores.
Dijo también que con el respaldo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), se presentó la estrategia para la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad en el estado, pero el solo hecho de pretender destinar 100 mil hectáreas a la palma africana, acabará con la riqueza florística y faunística de la zona sur.
Tan sólo Campeche, precisó, es el estado que posee la mayor superficie de manglar del país con 197 mil hectáreas, la cuarta parte del total nacional; además posee 247 especies que se encuentran bajo alguna categoría de protección, como los mangles rojo, blanco, negro y botoncillo; el jaguar, puma, ocelote, los monos araña y el aullador, al igual que el tapir, el loro cabeza amarilla y la tortuga de carey, entre otras, pero mucha de estas especies están en grave riesgo con la deforestación que se lleva a cabo para abrir nuevas tierras a la soya transgénica y la palma africana.
Alejandro Moreno, igualmente, expuso que con el ASPY, los gobiernos y la sociedad van por el desarrollo agropecuario sustentable, el manejo efectivo de las selvas, y la conservación de los ecosistemas y el cuidado del agua, pero también por la gestión sustentable de las zonas costeras, de la pesca y el turismo, así como por el fomento de los mercados verdes y responsables. Este discurso se contradice con las acciones, programas y proyectos que ha puesto en marcha en el campo, el mar y la tierra campechanas.