Por Lupita Ramos
Ser periodista en México es una labor riesgosa, basta leer las alertas que se encuentran en la página de la organización no gubernamental Artículo 19, que documenta la situación no solo de las y los periodistas en nuestro país, sino también de la situación de los derechos humanos relativos a la libertad de expresión y de información.
Algunas de las alertas que se anuncian son las siguientes:
“Periodista en Baja California con orden de aprehensión por acusaciones falsas en su contra”, “Amenazan a periodistas que publicaron sobre corrupción de gobierno de Veracruz”, “Supuestos integrantes del crimen organizado amenazan a Semanario Zeta”, “Atacan a radio comunitaria en Puebla; lesionan de gravedad a uno de sus integrantes”, “Autoridades de Puebla continúan agresiones contra periodistas”, “Persisten agresiones contra la prensa en Quintana Roo, a pesar de exigencia al gobierno estatal”, “Policías de Procuraduría de Coahuila golpean a periodista por cubrir escena de crimen”, “Periodista es víctima de acoso administrativo por la PGR”, “Alcalde en Guanajuato criminaliza a medio local por cobertura crítica”, “Amenazan a periodistas tras cobertura de contaminación de pozos en Oaxaca”.
Grave, muy grave lo que ocurre en el país; no lejano a lo que ocurre en Jalisco, en donde hace unos días, ocho periodistas anunciaron mediante un comunicado público, su salida de un periódico local; entre otros señalamientos que realizan, destacan por su gravedad los siguientes:
“Les compartimos que ya no formamos parte del equipo de “El Diario NTR Guadalajara”. Se informó al equipo de cambios en las condiciones laborales y editoriales. A los reporteros se les advirtió que ahora habría que “subir o bajar volumen”, dependiendo de los convenios comerciales y políticos; parte de la estrategia incluiría publicar boletines “bien revolcados”. En la parte editorial, eliminaron la Unidad de Investigación y la revista política En Jaque para privilegiar la nota diaria, en lugar de la investigación. Durante la intromisión, impusieron nuevas medidas, contrarias al periodismo que durante mas de año y medio ejercimos y defendimos”
Señalan, además, despidos injustificados y otras violaciones a sus derechos laborales.
Grave, muy grave lo acontecido en contra de las y los periodistas, pero sobre todo, en contra de toda la sociedad jalisciense que ahora se ve afectada en su derecho humano a recibir información veraz, oportuna, crítica y objetiva.
Sin duda, Analy S. Nuño, Andrés Gallegos, Elizabeth Ortiz, Gabriel Orihuela, Elizabeth Rivera Avelar, Priscila Hernández Flores, Víctor Fernández y Yenzi Velázquez ya tienen las puertas abiertas en otros ámbitos del ejercicio periodístico, gracias al trabajo, dedicación, profesionalismo y trayectoria que habla por ustedes. Desde este modesto espacio de mi Coordenada, les envío mi mayor reconocimiento a su periodismo crítico y honesto que siempre les ha caracterizado. Sin duda, ustedes hacen falta en Jalisco y en el país.
[email protected] @lupitaramosponce