Feligreses, a instancias de la Diócesis de Campeche, acuden al Congreso del Estado a presentar una “iniciativa ciudadana”, con “muchísimas” firmas, contra este derecho humano de los homosexuales. Por Ronny Aguilar CAMPECHE, Cam. 9 de mayo del 2016.- La Diócesis campechana instó a ciudadanos a inconformarse contra la modificación al Código Civil del Estado para legalizar los matrimonios igualitarios, y presentaron ante el Poder Legislativo del Estado “muchas” firmas contra la iniciativa que garantizaría el derecho de todos los campechanos a acceder al contrato matrimonial. Un grupo de católicos entregó el día de hoy ante el Congreso del Estado, lo que ellos dijeron son “muchísimas” firmas, en contra de la modificación al Código Civil, que haría posible que las personas del mismo sexo puedan ejercer un contrato matrimonial. Por línea directa del Obispo de Campeche, monseñor José Francisco González González, Nicté-ha Aguilera presentó una “iniciativa ciudadana”, la cual dice ser “ajena a todo credo religioso y cualquier afiliación partidista”, “en la cual se plasma el parecer de muchas y muchos ciudadanos”, todo lo anterior para impedir esta modificación. Entre los argumentos presentados, según su boletín de prensa, se hace ver que no es una iniciativa homofóbica, pues dicen respetar a toda persona, pero se señala que “dejamos claro que así como es reprobable la homofobia en cualquier forma de manifestación, lo es también la heterofobia que muchos cultivan y promueven actualmente”. Presentaron tres puntos, primero: “Respetar la definición de matrimonio como la unión estable de dos personas, diferenciadas sexualmente, hombre y mujer, para formular una familia”, segundo “Preservar el bien de los hijos en la unión matrimonial. Que no se excluya la apertura a la vida en la complementariedad sexual del matrimonio. Que no se vea al hijo como una mercancía”, y tres “Respetar la estructura familiar y la sana moral que se debe inculcar en la misma”. La misma iniciativa expresa estar firmada por “Muchísimos campechanos y campechanas”. Esta iniciativa “ciudadana”, claramente es la injerencia de la religión católica en un Estado laico, en donde la Iglesia usa a los feligreses para la preservación de su retrógrado dogma, pues los tratados internacionales, así como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el año pasado, mandataron al Congreso local a regular su Código Civil y por ende, solamente es un ajuste al que se está obligando al estado y en donde la ciencia religiosa no es un factor a debatir.