En el marco del Día Mundial de la Madre Tierra, la organización ambientalista llamó a reducir las emisiones de GEI y salvar nuestros bosques, proteger nuestros océanos y producir alimentos sanos. NUEYA YORK, EEUU. 22 de abril del 2016.– En el marco del Día Mundial de la Madre Tierra, Greenpeace hizo un llamado para que los gobiernos del mundo aceleren sus acciones para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y salvar nuestros bosques, proteger nuestros océanos y producir alimentos sanos para la tierra y la salud con prácticas ecológicas. La agrupación ambientalista manifestó que el Acuerdo de París firmado en diciembre marcó un momento histórico para el multilateralismo, en el cual los gobiernos pactaron adoptar medidas colectivas para construir un futuro más seguro, más limpio. “La gran participación en la ceremonia de firma del convenio ratifica el compromiso del mundo para liberarse de su adicción a los combustibles fósiles, la agricultura industrial y la sobreexplotación de nuestros bosques y mares para dirigirnos hacia el comienzo de una nueva era de la energía limpia y renovable, la agricultura ecológica, el manejo forestal comunitario y reservas marinas que protejan la vida acuática”, expresó. “Que muchos países firmen en la primera oportunidad es un indicador del apoyo contundente para convertir el Acuerdo de París en una verdadera acción climática. La cumbre en París creó el impulso para el cambio; ahora los gobiernos deben seguir adelante con acciones aceleradas específicas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, salvar nuestros bosques, proteger nuestros océanos e impulsar la agricultura ecológica”, dijo Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace Internacional. “Las decisiones del Acuerdo de París ahora necesitan ser incorporadas en las acciones gubernamentales para liberarse de los combustibles fósiles; seguir con la exploración en búsqueda de más combustibles fósiles no es coherente con los objetivos del tratado”, agregó Morgan. Mencionó que en el marco de la cumbre climática, también países como México se adhirieron a la Iniciativa 4 por 1000: los suelos para la seguridad alimentaria y el clima, en la que se plantea la reducción de emisiones de carbono en la agricultura con el uso de materia orgánica y prácticas ecológicas. Greenpeace señaló la necesidad de que tanto el gobierno, como la industria alimentaria, impulsen la agricultura ecológica en el país a lo largo de los programas de abastecimiento y de producción, ya que el actual modelo agroindustrial está dañando recursos naturales como el agua, la tierra y nuestra salud, con el uso excesivo de fertilizantes sintéticos y plaguicidas en los campos de cultivo, restando calidad nutrimental a los alimentos. “Empresas, como Bimbo, tienen un papel fundamental en el sistema alimentario, ya que produce alimentos para el 99 por ciento de los hogares mexicanos con los cuales tiene la oportunidad de ofrecer comida de mejor calidad para su salud y el medio ambiente”, indicó. “Los últimos datos científicos refuerzan la urgencia de actuar. Los primeros tres meses de 2016, fueron los más cálidos en el registro. El derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia está ocurriendo a un ritmo sin precedentes y la contaminación por fertilizantes está ocasionando zonas muertas en los océanos a un ritmo de 30 episodios por año”, advirtió. “La naturaleza nos está diciendo que el tiempo se acaba rápidamente. Necesitamos ahora una acción fuerte de todos los países”, dijo Morgan. Sin embargo, Greenpeace citó que también hay indicios prometedores de que el cambio necesario ya está sucediendo. La revolución de las energías renovables se está acelerando, el 90 por ciento de la nueva generación de energía proviene de fuentes renovables en 2015, según la AIE; el consumo de carbón de China sigue disminuyendo; las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía se mantuvieron estables por segundo año consecutivo. “Ahora esas emisiones tienen que empezar a declinar rápidamente hacia cero a mediados de siglo, lo cual incluye modificar el actual modelo de producción de alimentos. Ante este escenario, agricultores alrededor del mundo están optando por sistemas sin uso de agrotóxicos, ni transgénicos, así como prácticas agroecológicas que disminuyen la mancha que deja la agricultura en el ambiente y captura el carbón, regresándolo a la tierra, convirtiendo así a la agricultura ecológica en una práctica que contribuye a hacer frente al reto climático y alimentario que nos enfrentamos”, aseguró. “Hay muchas de razones para la esperanza pero pueden derrumbarse, si no vemos pronto más acción”, agregó Bunny McDiarmid, directora ejecutiva de Greenpeace Internacional. “Más gente que nunca antes se movilizó por el bien público y el clima en el año 2015; la global del poder del pueblo ayudó a hacer posible el acuerdo de París. Las personas serán vigilantes de que los compromisos se cumplan y se haga justicia climática”, concluyó McDiarmid.
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