DestacadosOpinionNosotros no tenemos por qué celebrar

admin11/10/2015

10cua Por Roberto Grajales ¿Cuál es el hecho histórico que conmemoramos los campechanos el 4 de octubre? ¿Cuál es el motivo de esta fiesta que nos hace “engalanarnos” y “arrebolar” nuestra hermosa ciudad con banderitas y música? Los libros de historia de Campeche nos dicen que el 4 de octubre de 1540, Francisco de Montejo y León, “El Mozo”, fundó la villa de San Francisco de Campeche (llamada así en honor de su padre Francisco de Montejo, “El Adelantado”) ¿Entonces, eso celebramos? ¿La fundación de nuestra ciudad? ¿Y antes de esa fundación, había alguien viviendo en este fragmento de tierra en el que ahora vivimos? ¿Qué es lo que realmente se fundó ese día? Lo que realmente se fundó ese día, fue una guarnición militar, desde donde partirían las futuras campañas militares para conquistar la Península de Yucatán. No era la primera vez que llegaban los españoles a Kan Pech, lo hicieron en 1517, con Francisco Hernández de Córdoba, al mando de la expedición. Aquí en Kan Pech bajaron a cargar agua (el pozo donde lo hicieron es ahora un monumento histórico). Al verlos, los mayas hicieron una hoguera y les comunicaron a los invasores que si no se habían ido al acabarse la hoguera, les harían la guerra. Asustados, huyeron al mar, sin darse cuenta que no aseguraron sus pipas de agua, lo que los hizo bajar de nuevo en lo que ahora es Champotón, donde los mayas, al mando de Moch Couoh, los derrotaron, matando a 60 hombres e hiriendo a muchos más, entre ellos Hernández de Córdoba, quien murió en Cuba, como consecuencia de esa batalla. En 1531, “El Adelantado” fundó Salamanca de Campeche. Poco tiempo después de haber logrado fundar una villa en nuestros territorios, fueron echados por el heroico pueblo maya de Kan Pech, que no toleraría invasiones. Durante esa batalla, “El Adelantado” sufrió graves heridas (incluso se fue con una pierna y costillas rotas), por lo que heredó a su hijo y sobrino el permiso de conquistar la Península de Yucatán (Sí, hasta permisos daban) y se fue en busca de la ciudad de oro a Sudamérica. Fue nueve años después que los españoles pudieron establecer una posición militar en Kan Pech (tal vez por eso lo celebran tanto) y esto tampoco quiere decir que después de 1540, la cosa se les dio fácil, en todo momento encontraron resistencia del pueblo maya. Claro que esto no viene en los libros de historia ¿Te has preguntado por qué? Porque la historia la escriben los que están en el poder. Campeche tiene una larga tradición de anhelo criollo ¿Y cómo no? Si el mismo teniente de fragata, Pedro Sáinz de Baranda, era un honorable realista criollo, que al ver la causa realista perdida, le dio por ser insurgente (sí, así como a algunos priístas les dio por ser de izquierda en el 88 y años posteriores). Y con la independencia de México, los criollos campechanos se dieron a la tarea de crear una identidad regional (criolla por supuesto). Crearon trajecitos regionales, con diseños españoles, pero acabados indígenas, y adaptaron fiestas tradicionales a los calendarios cristianos, convirtiéndolas en fiestas “populares”. Y enterraron todo antecedente de lucha y resistencia maya (o por lo menos eso trataron), para que a los mayas no se nos ocurran esas locas ideas de nuevo, aunque se nos siguieron ocurriendo y seguimos combatiendo a los invasores, ahora llamados patriotas. Ahora, en nuestros tiempos, le siguen apostando a la desmemoria, y ordenan cosas tales como la “campechanidad”, que no es más que una estrategia para homogeneizar la cultura, es decir, es una estrategia de dominación cultural. A los niños de los pueblos indígenas de todo el territorio de Campeche, los choles, los tzeltales, los kanjobales, los mam y los mayas los obligan a ir vestidos de “campechanos”, o sea, de criollos de adentro de las murallas, para “fortalecer” su identidad cultural. Suenan canciones que hablan de las murallas y del malecón y el gobernador celebra con entusiasmo el “Día de la fundación”. Hay quienes hablan de la imposición ideológica y cultural, refiriéndose a las mentiras de Televisa y TV Azteca (que evidentemente controlan la opinión pública), pero le entran a esta farsa, a esta imposición cultural, a este control cultural. A esta estrategia por acabar con la cultura de nuestros pueblos, porque para los ricos, nuestra cultura es un obstáculo para sus planes de despojo y saqueo. ¿Por qué celebrar el día que nos invadieron? ¿Por qué no celebrar mejor el 11 de junio, día en que los mayas expulsaron a los invasores comandados por Montejo? ¿Por qué no llamarle Bahía de la Buena Pelea a Champotón, si fue nuestro pueblo el que echó en dos ocasiones a los invasores de nuestro territorio? ¿Por qué no recordar a Canek, campechano de nacimiento, que luchaba por sacar a los invasores de nuestra tierra? No tenemos por qué festejar una victoria española, ni criolla, ni de nadie que nos domine. Porque los herederos de esos criollos nos siguen oprimiendo y explotando y siguen permitiendo el saqueo de nuestros recursos. Que lo celebren ellos, nosotros no tenemos por qué. No hay que olvidar nunca que todos los campechanos tenemos sangre maya, los pobres en las venas y los ricos en las manos.

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