DestacadosEcologíaCampeche, entre los 10 estados donde se usan más plaguicidas

admin18/05/2016

18pla Greenpeace advierte que “debido a la falta de regulación y monitoreo en el país, los alimentos que no cumplen con los estándares internacionales que regulan la contaminación por plaguicidas, se quedan para el consumo nacional” y se pueden encontrar en los supermercados. Por Daniel Sánchez CAMPECHE, Cam. 18 de mayo del 2016.- Campeche está entre los 10 estados donde se usan más los plaguicidas y que son claves en la alimentación de la población mexicana, por sus niveles de producción de alimentos destinados al consumo nacional y a la exportación, señaló Greenpeace, en su estudio “La huella de los plaguicidas en México”. Sin embargo, la agrupación ambientalista advirtió que “debido a la falta de regulación y monitoreo en el país, los alimentos que no cumplen con los estándares internacionales que regulan la contaminación de los alimentos por plaguicidas, se quedan para el consumo nacional y la población mexicana los encuentra en cualquier punto de venta, como los supermercados y en los alimentos procesados”. “México produce grandes cantidades de alimentos, no necesitamos ir muy lejos de las ciudades en las que habitamos para encontrar campos de cultivo. De manera general, los estados donde se usan más los plaguicidas, son: Campeche, Chiapas, Chihuahua, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz, de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Salud de 2012”, expresó. Manifestó que en el caso de la Península de Yucatán, aún existen prácticas milenarias de producción de alimentos, como la milpa, y métodos, como el roza-tumba-quema, utilizados principalmente por las comunidades mayas, que están siendo amenazadas por la extensión del modelo agroindustrial hacia esa región, debido nuevamente a las políticas gubernamentales que entregan paquetes tecnológicos que fomentan el monocultivo y el uso de agrotóxicos, la siembra de soya transgénica y el extensionismo de agricultores que ya producen siguiendo el modelo de agricultura industrial. “Lo anterior, es resultado de un sistema roto, en el que mandan los intereses comerciales de las empresas, a costa del bienestar de la población y el medio ambiente”, indicó. “Como consecuencia, en México tenemos un sistema alimentario que beneficia los bolsillos de unos cuantos y está lejos de satisfacer las necesidades alimentarias de la sociedad mexicana, causando problemas de salud, pobreza alimentaria y acabando con los recursos naturales de los que dependemos para seguir produciendo nuestros alimentos y los de las futuras generaciones”, puntualizó. En la introducción del documento, elaborado junto con investigadores de la UNAM y la UAC, Greenpeace expuso que a partir del modelo de agricultura industrial impulsado en el país, en las últimas décadas, el uso de plaguicidas (insecticidas, fungicidas y herbicidas) y fertilizantes sintéticos ha aumentado de forma preocupante. “Por un lado, la promoción de este modelo ha fomentado el control corporativo de todo el sistema alimentario, comenzando por la concentración del mercado de los insumos (semillas y agrotóxicos) por unas cuantas empresas; y por el otro, ha conducido casi al exterminio de prácticas milenarias de producción de alimentos sanos para las personas y el medio ambiente”, agregó. “Como consecuencia, el uso de fertilizantes sintéticos sigue ocasionando grandes daños a los suelos y ecosistemas como el acuático. En el caso de los plaguicidas, amenazan a especies vitales para la producción de alimentos como los polinizadores, y a la salud de las personas, debido a la alta toxicidad de las sustancias que se emplean en las tierras de cultivo y en los lugares de almacenamiento. Por si fuera poco, algunas de estas sustancias, además, pueden ser altamente persistentes en los sistemas biológicos, es decir que permanecen y se transportan a través del ambiente, aún después de su aplicación o después de haber sido prohibidos”, abundó. “Tan solo en México, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), se usaron en promedio 4.55 toneladas de plaguicidas (fungicidas, herbicidas e insecticidas) por cada mil hectáreas entre el año 2009 y 2010, y solo en 2013 se emplearon 37 mil 455 toneladas de insecticidas; 31 mil 195 toneladas de herbicidas y 42 mil 223 toneladas de fungicidas”, añadió. “Sin embargo, debido a la falta de regulación y monitoreo en el país, no se tiene información detallada sobre el uso de estas sustancias y cuáles son. De hecho, únicamente se cuenta con el catálogo oficial de plaguicidas, que no ha sido actualizado en más de una década, y excluye información sobre los recientes descubrimientos de la peligrosidad de estos tóxicos; ejemplo de ello, es el glifosato, componente activo del herbicida más usado en el país y que el año pasado (2015) fue catalogado como probable cancerígeno por la Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), razón por la cual ha sido prohibido en al menos seis países (Francia -parcialmente-, Holanda, Sri Lanka, El Salvador, Dinamarca y Bélgica) y en muchos otros se han puesto restricciones”, asentó. Mencionó que “sin contar con información clara y transparente sobre el uso de estas sustancias y sin un catálogo actualizado, se complica aún más el monitoreo de sus impactos en la salud de las personas, comunidades y en el medio ambiente”. “Por otro lado, gracias a las regulaciones internacionales y de otros países, hemos hecho una lista de 30 plaguicidas que han sido prohibidos en otras naciones por sus altos niveles de toxicidad para las personas, polinizadores y el medio ambiente en general, sin embargo, estos se siguen empleando y permitiendo en el catálogo oficial de plaguicidas en México, poniendo en riesgo no solo a nuestros productores, sino también nuestra salud”, reveló. 17pla 17pla1 30 plaguicidas permitidos en México y prohibidos en otros países La organización ecologista insistió en que “la información sobre el uso de estas sustancias no es de acceso público como nuestros derechos dictan, en cambio, la información disponible es únicamente en términos comerciales sobre la producción de agrotóxicos (fertilizantes sintéticos y plaguicidas)”. “Esto es preocupante, ya que el 97.8 por ciento del mercado de agrotóxicos está controlado por un oligopolio de 11 compañías, de las cuales, las seis primeras (Bayer, Syngenta, BASF, Dow AgroSciences, Monsanto y DuPont) son también gigantes de la industria semillera, concentrando los insumos que requiere el modelo de agricultura industrial y favoreciendo los bolsillos de este puñado de empresas”, mencionó. “Asimismo, son estas compañías las que dan capacitaciones a algunos de los agricultores que utilizan sus productos, pero éstas no llegan a las y los jornaleros que aplican las sustancias en el campo, quienes difícilmente cuentan con el equipo necesario para su aplicación; al contrario, es común ver personas jóvenes, e incluso niños, cubriendo nariz y boca con un pedazo de tela y quizá con guantes, sin ninguna otra medida de seguridad”, citó. “Además, es importante mencionar que como parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tenemos un acuerdo con Estados Unidos y Canadá para hacer revisiones conjuntas de nuevas moléculas de agroquímicos. Esto implica que en el momento en que nuevos productos son inscritos en dichos países, también son registrados en México”, comentó.

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