DestacadosEcologíaUrge Plan para eliminar, reducir y prohibir plaguicidas: Greenpeace

admin17/05/2016

17gre En las conclusiones del estudio “La huella de los plaguicidas en México”, realizado en coordinación con la UNAM y la UAC, la organización ambientalista señala que “los plaguicidas son empleados sin ningún tipo de regulación, monitoreo y sin el equipo necesario para protegerse de su toxicidad”. 17gre1 Se pronuncia por adoptar prácticas agroecológicas en México, como la milpa, “que aporta todos los elementos para la producción sana de alimentos para las personas y el medio ambiente, y que si recibieran los apoyos para el campo, podrían ser escalables”. Por Daniel Sánchez CIUDAD DE MEXICO, D.F. 17 de mayo del 2016.- Greenpeace señaló que en México, “los plaguicidas son empleados sin ningún tipo de regulación, monitoreo y sin el equipo necesario para protegerse de su toxicidad” y urgió a que haya políticas públicas dirigidas a eliminar, en primera instancia, a los que han sido prohibidos en otros países, por sus altos niveles de toxicidad, y se haga un plan de reducción y prohibición creciente del uso de agrotóxicos. En las conclusiones del estudio “La huella de los plaguicidas en México”, realizado en coordinación con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), la agrupación ambientalista aseguró que el uso creciente de plaguicidas “es resultado de políticas y prácticas de la industria de alimentos, que están enfocadas a obtener más de la naturaleza y de las personas, que en satisfacer las necesidades de la población”. “El sistema alimentario es un negocio redondo, donde el costo más alto lo paga la salud de las personas y el medio ambiente”, aseveró. “Esto es inadmisible, sobre todo, considerando que en el país hay prácticas agroecológicas que hacen un manejo integrado de plagas, protegen los cultivos y la biodiversidad, ejemplos como la milpa, que aporta todos los elementos para la producción sana de alimentos para las personas y el medio ambiente, y que si recibieran los apoyos para el campo, podrían ser escalables”, puntualizó. Greenpeace manifestó que el estudio realizado en Sinaloa y la Península de Yucatán “muestra la gran relevancia del uso de agrotóxicos en todo el país, ya que si bien se concentra en dos regiones específicas, prueba cómo en ambos casos, se ha incrementado la utilización de estas sustancias fabricadas para acabar con la vida misma”. “Como mencionamos en el informe “Agrotóxicos: La mancha en tu comida”, los residuos de estas sustancias no únicamente afectan el medio ambiente, sino que muchas veces llegan a poblaciones urbanas, a través del consumo de alimentos, ya que la industria alimentaria se abastece de este modelo de producción”, expresó. “Es de suma preocupación que debido a la falta de regulación, y a las políticas públicas orientadas a fortalecer el modelo de agricultura industrial, encontremos en los campos mexicanos sustancias prohibidas en otros países por sus niveles de toxicidad, como el glifosato (el cual estuvo presente en todos los sitios de muestreo), el endosulfán, mevinfos, y el metil paratión”, indicó. “Sustancias que no deberían emplearse por el carácter de uso restringido en el país, según el catálogo oficial de plaguicidas, como el Lindano (gamma HCH) o el DDT; o bien en el caso del Endrín, que está prohibido en el país, pero que se sigue encontrando, gracias a la falta de monitoreo y medidas de prevención de contaminación del agua”, asentó. Afirmó que “el uso de plaguicidas es resultado de políticas y prácticas de la industria de alimentos, que están enfocadas a obtener más de la naturaleza y de las personas, que en satisfacer las necesidades de la población. Estas sustancias están hechas para acabar con la vida en los agroecosistemas y con ello se generan resistencias por parte de las denominadas malezas y plagas, creando las súper plagas”. Citó que tan solo en el caso del glifosato, se documentan en Estados Unidos 14 hierbas que se han hecho más fuertes y para las cuales cada vez aumenta la cantidad de sustancia que se aplica, así como la combinación con otras para detener estas súper plagas; originando una dependencia al consumo de estos químicos para poder seguir produciendo. “Es evidente, que lejos de ser una solución a los retos alimentarios que enfrenta la humanidad, el uso de agrotóxicos, así como el modelo de agricultura industrial solo es una medida paliativa que conlleva efectos secundarios en la salud de las personas y en los ecosistemas”, agregó. “Recientes decisiones políticas que se han tomado en otros países, como Francia, buscan transitar hacia una agricultura ecológica, incluso organismos internacionales, como la FAO, reconocen la importancia de apostarle a prácticas agroecológicas para enfrentar los desafíos de la alimentación mundial; México no debe quedarse atrás”, abundó. “Debe haber voluntad política por parte de instituciones, como la Cofepris, en la regulación de las sustancias que se utilizan en el país; Sagarpa, que otorga apoyos orientados a fortalecer el modelo de agricultura industrial; y Semarnat, que no ha monitoreado el impacto en el medio ambiente por el uso de estas sustancias”, añadió. “Es urgente que haya políticas públicas intersectoriales dirigidas a eliminar, en primera instancia, el uso de los plaguicidas que han sido prohibidos en otros países por sus altos niveles de toxicidad, y se haga un plan de reducción y prohibición creciente del uso de agrotóxicos en México, en aras de transitar hacia prácticas ecológicas”, apuntó. Recordó que la industria alimentaria tiene un papel vital en las formas de producción de nuestros alimentos, es ella la que cuenta con los recursos necesarios para invertir en una producción ecológica y sana. “Los consumidores somos el último eslabón en esta historia: recibimos alimentos con una huella ecológica sumamente grande que impacta enormemente nuestra salud sin saberlo, en parte por la falta de transparencia en las formas de producción”, mencionó. “Hoy más que nunca, tenemos el poder de impulsar un cambio en este sistema enfermo, de retomar nuestro poder como consumidores y como personas que tienen derecho a una alimentación sana y de calidad”, expuso. “Recurramos a los alimentos producidos de forma ecológica, es a través de nuestro consumo, nuestras acciones y nuestra voz, que podremos exigirle a las empresas y al gobierno que cambien la forma en la que producen y transiten hacia la agricultura ecológica, que protege la biodiversidad, los recursos naturales e impulsa un modo de vida social y ambientalmente justo para todos”, concluyó.

“La huella de los plaguicidas en México”. Greenpeace. Disponible en: http://www.greenpeace.org/mexico/es/Footer/Descargas/reports/Agricultura-sustentable-y-transgenicos/La-huella-de-los-plaguicidas-en-Mexico/

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Síguenos