OpinionViejo, solitario y gruñón

admin15/02/2015

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Por Carlos Cervera Ancona Así me catalogan una runfla de…Porque en ocasiones pierdo los estribos y hasta miento madres, pero mayormente, soy un ciudadano normal, como cualquier otro ser. Algunos comentan que puede ser por la ‘bola’ de años y considero que hasta cierto punto, tienen algo de razón sus calificativos, pues tengo un poco más de la edad, según dicen los católicos, cuando le dieron ‘chicharrón’ a Cristo, perdón por la irreverencia. No sé qué tanto de razón tengan mis varios conocidos, que no amigos: ‘una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa’, como dicen que dice el ‘filosofo’ champotonero, Tomas Arnábar. Yo puedo asegurar que los amigos verdaderos están en vías de extinción. Puede que de tanto jorobar, que soy un canijo viejo cascarrabias, continuamente me encorajino por cualquier nimiedad y me porto  grosero. Algo que recuerdo vagamente es que yo no era así cuando  joven, mi carácter era agradable; en las pláticas que sostenía con los que fuesen, sentía caer bien a quienes me escuchaban ¿Qué es lo que ha estado pasando? No me lo explico. De pronto adopté un cambio tremendo y llego hasta donde nunca pensé que un día podía estar, que es entre la muchedumbre insensible a todo lo que sucede a tu alrededor. Sólo que llegué muy estropeado por la vida, viejo, enfermizo, solo y lo que es peor, entre todas las cosas, estoy muerto de hambre, o sea, que nada dejo a mis sucesores. Pero para ser sincero, nunca me preocupé en dejar algo para las  familias. Siempre gasté más de lo que ganaba y en ocasiones, gané  muy buen dinero honestamente y si hay algún interesado en comprobar esto, que investigue si digo la verdad o miento, como es la  costumbre de los despreciables merolicos (entiéndase políticos). Mis bien trotados 80 abriles, donde hubo primaveras, veranos, otoños e inviernos, son los únicos regalos que el todopoderoso me ha proporcionado en vida, lo cual agradezco. Ojalá supiera cuánto más viviré, de tener esa información, dedicaría el poco tiempo que me quedara, en irle pidiendo disculpas a los que de alguna manera ofendí o lastimé, sin querer queriendo. Y es que como nunca he creído en algo relacionado al catolicismo, por estar en ese ambiente religioso, infinidad de malditos sacerdotes que lastiman a los niños, hay que reconocer que no todos merecen el repudio de la sociedad, ha de haber gente buena, que realmente orienta a los niños y a los jóvenes, para transitar por el camino del bien, aunque estos sean solamente unos cuantos. Hoy que rebaso los tres cuartos de siglo, en mi situación de viejo solitario, he estado pensando en recurrir a ese Dios que muchos veneran, a pedirle posada, y si realmente es tan bueno, como aseguran los creyentes, pues a lo mejor se anima y me da hospedaje para no  quedar “a media calle”, y me jale a sus dominios el ‘malo’. Y abusando de su caritativa indulgencia, le pediré quedar cerca del   ‘edén’ de las doncellas, aunque sea para echarme mis tacos de ojo, qué otra cosa podría suceder, si ya en la tierra, nada de nada, en verdad, por más que presuma, y como Dios es rebueno, a lo mejor me da ese chance. Creo que además de ser un viejo cascarrabias, estoy medio o enteramente pendejo, ustedes qué creen. De que por momentos  soy insoportable, creo que sí, pues hasta mis familiares me dan ’la vuelta’ ¿Será por mi mal carácter? No creo, pues siempre he sido bueno.

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