Por Carlos Cervera Ancona Mienten los jerarcas en toda la nación, sin importar el cargo que ostenten, como es el Ejecutivo Federal, el de Gobernación Federal, el titular de la Procuraduría General de la República, así como el secretario de Hacienda, que no está en esa  encomienda por ser un brillante economista, sino por la simple amistad que lo une con su antiguo jefe, cuando éste despachó en el gobierno del Estado de México, y si estamos elucubrando, que alguien bien enterado nos ‘alumbre’ con la verdad. Mienten los titulares de las dependencias antes mencionadas, porque solamente divulgan lo que nadie les cree ya. Y si el presidente Enrrique Peña Nieto fue ¡galardonado!, a quien se catalogó como ¿El estadista más destacado del tercer mundo?, es debido a que sus lacayos derrocharon grandes cantidades de dineros para posicionarlo, más que a los del primer mundo, a sus iguales mandatarios con taparrabo: (así  nos catalogan en el viejo continente), porque siguen pensando que somos aún unos  salvajes los del ‘nuevo’ continente y puede que no estén en un error. Mienten los mandatarios, desde el Federal, hasta los comunitarios, sin importar el color del partido que los arrope, más bien con el que se ‘emburujan’, porque ya se comprobó que no solamente el PRI está lleno de podredumbre, los panistas, y perredistas, ahí la llevan; ya se les demostró que tanto en el PAN, como en los del PRD, el crimen organizado ha aportado grandes cantidades de dinero para las campañas electorales, por lo cual, más de un gobernador tienen reducidas sus funciones de mando: como son los de Michoacán, Guerrero, etc. etc. Mienten, cuando alegan lo contrario y vociferan que detrás de las   acusaciones, hay mano negra que los quieren denigrar, porque son ¡ejemplo! de conducta ciudadana. Mienten las autoridades, amigochos de Peña Nieto que declaran solucionado el problema en las comunidades de Michoacán, por haber encarcelado al líder natural de los ¿rebeldes?, el doctor  Mireles, situación que empeora, aunque oficialmente lo nieguen los encargados de solucionar el temible asunto. Al respecto, no terminan de engañar al pueblo con la matanza cruel de Tatlaya, donde los del ¿Heroico Ejército Mexicano? Fusilaron, al estilo de la  Alemania de Hi tler, a 30 o más gentes desarmadas. Mienten, cuando declaran las  autoridades que la terrible contaminación de un río en Sonora, ya está controlado totalmente, cuando  es todo lo contrario. Y que al millonario asesino, que sus empresas mineras han costado muchas vidas, no se le ofende, ni reclama nada, mientras que miles de gentes comunitarias, que necesitan del vital líquido, son ignorados y si acaso, les avientan dos    pesos, para que dejen de estar molestando al señor Germán Larrea, dueño y asesino de muchas gentes que trabajan como esclavos en sus minas, que lo han hecho multimillonario e intocable. Mienten las autoridades, cuando declaran que se castigará a los soldados que ‘fusilaron’ 30 indefensos ciudadanos desarmados, situación que ya se reclama a nivel internacional a las ‘autoridades’ mexicanas y a su presidente, ¿estadista mundial?, cómo se  atreven  las ‘autoridades’ (Peña Nieto) a invitar a los inversionistas extranjeros a traer sus capitales a México, si nuestra nación está a punto de incendiarse y  los ‘bomberos’ peñistas no sofocarán el fuego y saben por qué, por mentirosos… Mienten, cuando divulgan numeritos alegres sobre secuestros ¿ya resueltos?, cuando la realidad  y estadísticas  divulgadas son totalmente contrarias. ¿Qué pensarán las autoridades al dar a conocer estas mentiras? ¿Creerán que nos vamos a dar por satisfechos? Si piensan así, qué jodidos están; las estadísticas reales demuestran que el secuestro se incrementó un 26 por ciento, aunque el “zar” alegue lo contrario. Mienten, si  creen hacer creer a la nación entera que los  movimientos estudiantiles están bajo control de las autoridades afines al caso. Los abusos de las corruptas  autoridades federales, estatales y hasta las comunitarias dejan al descubierto al sistema político me xicano, tal y como realmente es: intolerante, represivo, asesino, pero sobre todo, mentiroso y farsante.