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Coordenada/# Las Niñas de Guatemala

Por Lupita Ramos

“Quiero a la sombra de un al…” No, no es un poema, las niñas de Guatemala no murieron de amor; las asesinaron.

Tardé mucho en escribir esta columna. El dolor y la tristeza me lo impedían. Desde el 8 de marzo no logro reponerme de esta tragedia con la que Guatemala nos golpeó en la cara para recordarnos el significado del Día Internacional de las Mujeres. No es casual que la historia se repita.

Según las remembranzas, el 8 de marzo se conmemora en honor de las obreras de la fábrica de confección de camisas Triangle Waist Co, de Nueva York, que murieron calcinadas el 25 de marzo de 1911 en el incendio, al parecer, provocado por los dueños, que se opusieron a la protesta de las trabajadoras. 123 mujeres asesinadas, la mayoría jóvenes inmigrantes de Europa del Este, de entre 14 y 23 años de edad.

Cien años después, la tragedia se repite. Niñas, jóvenes, pobres, indígenas, violentadas, marginadas, paradójicamente se encontraban en resguardo del Estado Guatemalteco, que supuestamente las protegía de la violencia de sus hogares fracturados.

El “hogar seguro” Virgen de la Asunción se encuentra en la ciudad de Guatemala. Según da cuenta el periódico “Nómada”, el lugar había sido denunciado en múltiples ocasiones por las violaciones a los derechos humanos de las niñas y niños ahí albergados, especialmente por la violencia sexual que sufrían las niñas del lugar.

Precisamente esa fue una de las razones que llevaron a las niñas a amotinarse el día 7 de marzo, los videos de los noticiarios locales recogieron los testimonios de algunas niñas que, al día siguiente, serían encerradas en un cuarto pequeño como castigo por las protestas y denuncias realizadas.

Durante al menos seis horas, entre 52 y 60 niñas y adolescentes fueron encerradas bajo llave, sin posibilidad de usar los sanitarios y sin ser auxiliadas cuando comenzó el incendio.

El resultado: 40 niñas asesinadas de entre 13 y 17 años de edad. Para no olvidarlas, para que no sean un número más en la historia de las atrocidades machistas, las nombro y honro su memoria: Rosa Julia Espino Tobar, Indira Jarisa Pelicó Orellana, Daría Dalila López Meda, Ashely  Gabriela Méndez Ramírez, Yemmi Aracely Ramírez Siquín, Jaqueline Paola Catinac López, Siona Hernández García, Joselyn Marisela García Flores, Mayra Haydeé Chután Urías, Skarlet Yajaira Pérez Jiménez, Yohana Desiré Cuy Urízar, Rosalinda Victoria Ramírez Pérez, Madelyn Patricia Hernández Hernández, Sarvia Isel Barrientos Reyes, Ana Nohemí Morales Galindo, Ana Rubidia Chocook Chutá, Jilma Sucely Carías López, Yoselín Beatriz Ventura Pérez, Grindy Jazmín Carias López, Mari Carmen Ramírez Melgar, Eila Rebeca López Salguero, Kimberly Mishel Palencia Ortiz, Nancy Paola Vela García, Estefany Sucely Véliz Pablo, Lilian Andrea Gómez Acerceno, Mirza Rosmery López Tojil, Grisna Yamileth Cu Ulán, Melani Yanira De León Pérez, Candelaria Meléndrez Hernández, Milenie Eloísa Rac Hernández, Celia María López Aranda, Ashley Angelie Rodríguez Hernández, Sara Nohemí Lima Ascón, Yosbell Jubitza Merari Maquin Gómez, Silvia Milexi Rivera Sánchez y todas aquellas que permanecen sus restos sin identificar y sin ser reclamados.

Ellas levantaron la voz, denunciaron las violaciones y torturas a las que eran sometidas y fueron asesinadas.

Ahora nos toca levantar la voz por ellas y exigir verdad y justicia. La niñas de Guatemala no son una canción de amor. Son una historia de terror y violencia machista.  # Las Niñas de Guatemala#Fue el Estado.

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