NacionalPetróleo y minería, prioritarias para el Estado, pero con altos impactos para la población

Paginabierta06/06/2017

Organizaciones civiles y consultores independientes señalan que es preocupante la manera en la cual se está implementando la Reforma Energética, luego de las pasadas rondas de licitación, y aseguran que el aporte de las empresas mineras a las finanzas públicas es mínimo, en comparación con la gravedad de sus impactos.

CIUDAD DE MEXICO, 6 de junio del 2017.- Organizaciones civiles y consultores independientes, encabezados por Fundar, Centro de Análisis e Investigación, señalaron que la explotación del petróleo y la minería son actividades prioritarias para el Estado mexicano, pero ocasionan altos impactos sociales y ambientales a la población.

Al presentar el “Anuario de industrias extractivas: Situación actual 2016”, los investigadores de Fundar, Centro de Análisis e Investigación A.C., Cartocrítica, Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH), Corason y consultores independientes aseguraron que es preocupante la manera en la cual se está implementando la Reforma Energética, y que el aporte de las empresas mineras, en su mayoría extranjeras, a las finanzas públicas, es mínimo, en comparación con la gravedad de sus impactos.

Los activistas, en el documento, presentan un panorama sobre la situación de la actividad extractiva y sus implicaciones e impactos para los territorios en México. Este Anuario analiza el contexto en el que México está orientando sus políticas públicas hacia las inversiones en el sector energético y minero a costa del incremento de los impactos socioambientales en los territorios y en la población.

En cuanto a la Reforma Energética, la investigación muestra que pone en condiciones de vulnerabilidad a las comunidades y territorios al haberse incluido figuras jurídicas que, como la servidumbre legal, privilegian los intereses de las empresas sobre la garantía de los derechos humanos.

Además, los planes del gobierno para intensificar la explotación de hidrocarburos no convencionales, mediante fractura hidráulica, suponen un riesgo adicional para las poblaciones, el medio ambiente y el clima, y no representan una opción energética de futuro.

Al respecto, Aroa de la Fuente, investigadora de Fundar, apuntó que “aunque la contribución de la extracción de petróleo ha representado históricamente una importante contribución a los ingresos públicos y, en 2016 aún representó 16 por ciento de los mismos, este no puede seguir siendo el argumento utilizado para impulsar esta actividad por encima de los derechos de las personas y comunidades”.

Por otro lado, el Anuario incluye información sobre los nuevos actores privados que han entrado al juego como parte de las cuatro primeras licitaciones de la Ronda Uno. De tal forma que, para 2016, se habían entregado 38 áreas a través de contratos a 33 consorcios en los que participaron 48 empresas.

Sobre este tema, Omar Escamilla, investigador del sector energético, señaló que “uno de los aspectos más preocupantes es la participación de algunas empresas en las rondas de licitación de hidrocarburos realizadas hasta ahora, debido a sus historiales de corrupción, violaciones a derechos humanos y degradación ambiental. En la investigación encontramos que algunas empresas tienen vínculos con políticos y grandes empresarios mexicanos, así como con ex funcionarios del gobierno mexicano”.

Respecto al sector minero, el documento ahonda en la escasa contribución que hace la minería a las finanzas públicas, esto es, alrededor de 0.32 por ciento de los ingresos del gobierno federal y 0.24 por ciento de los del sector público presupuestario, en comparación con los impactos a la salud, agua y biodiversidad que genera. Una muestra de ello es que, para el año 2015, había mil 609 concesiones en áreas naturales protegidas (ANPs), una práctica permitida por la legislación en la materia.

Por otra parte, existen mecanismos que se han conformado con el objetivo de “compensar” los impactos y garantizar condiciones más justas para las comunidades donde se desarrollan proyectos extractivos, pero que cuya efectividad está bajo cuestión. Al respecto, el fondo minero ha recibido cuatro mil 282.5 millones de pesos para los años 2014 y 2015, y el Fondo para Entidades y Municipios Productores de Hidrocarburos siete mil 480.7 millones en 2015 y 2016.

Beatriz Olivera, investigadora de Fundar, manifestó que “para ambos fondos, existe incertidumbre en el impacto que tienen a nivel local y sobre si los proyectos están siendo realmente implementados para atender de alguna manera las afectaciones socio-ambientales que generan las actividades extractivas. Encontramos vacíos importantes en la información disponible sobre estos fondos, por lo cual es urgente que sean presentados bajo estricta transparencia”.

Finalmente, el documento presentado destaca la contribución de la actividad extractiva de minerales e hidrocarburos a las emisiones de los gases que generan el calentamiento global, así como los daños que conllevan en los territorios y poblaciones, disminuyendo sus posibilidades de enfrentar los efectos del mismo.

En este sentido, Mariana Castillo, coordinadora de investigación del Grupo de Financiamiento Climático para América Latina y el Caribe (GFLAC) señaló la importancia de que los países de la región avancen hacia modelos de desarrollo de bajo carbono, resilientes al clima.

También apuntó que el reto para México está en establecer las condiciones nacionales necesarias para cumplir con las metas establecidas en el Acuerdo de París y en las contribuciones nacionalmente determinadas. Sin embargo, señaló que “estas metas no podrán alcanzarse si los países siguen basando su desarrollo en actividades extractivas, tales como la explotación y quema de hidrocarburos”.

DESCARGAR DOCUMENTO AQUÍ

http://fundar.org.mx/mexico/pdf/Anuario2016FINAL.pdf

 

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