OpinionPillaje priista

Paginabierta20/04/2017

Por Arturo Moo Cahuich

El hedor de la cloaca de corrupción priista que encabeza Enrique Peña Nieto y su Casa Blanca, han contaminado a todo el país. Esta pestilencia puso al descubierto a las ratas (gobernadores) que devoraban y devoran los recursos económicos en diversas entidades federativas del México actual. Ahora se entiende el por qué del acendrado odio de Peña Nieto y cofradía contra Carmen Aristegui y su equipo de investigación.

Casa Blanca (no el filme) se ha convertido en el botón emblemático del pillaje priista que medra en el país en todos los niveles de gobierno. Lo mismo en las regiones norte, centro o sur. Los ejemplos son diversos.

Las ambiciones del gobernador Humberto Moreira y luego dirigente nacional del PRI, superaron toda imaginación posible. Las ilusiones del profesor Moreira Valdés se incubaron con la alcaldía de Saltillo; acrecentadas con la gubernatura de Coahuila y la coyuntura con Peña Nieto. El profesor se veía despachando en la Secretaría de Educación Pública y de ahí, la banda presidencial y Los Pinos, que le entregaría su amigo Peña.

Moreira no vaciló en el latrocinio, el descubrimiento de la deuda pública de Coahuila, que superaba 35 mil millones de pesos, captó los reflectores nacionales e internacionales. A tal grado, que en 2013, la revista Forbes lo incluyó en la lista de los 10 mexicanos más corruptos.

Pero, como fábula de Esopo, la lechera tropezó y rompió su cántaro, así Moreira tropezó y rompió sus ilusiones, sin embargo, el pillaje fue evidente. Con todo y los miles de tarjetas que distribuyó con valor de cinco mil pesos cada una para los miles de afiliados en las huestes priistas de su entidad.

El ejemplo de pillaje priista permeó en todas las esferas de gobierno y si no, que desmientan la corrupción con la Casa Blanca de la Gaviota.

Lo reciente y muy comentado, el caso jarocho de Javier Duarte. Veracruz, otrora famoso por sus sones, Agustín Lara, su café, la vainilla, Los Voladores de Papantla, etc. Ahora carga el signo de ser cuna de corruptos y ladrones, que quieren arrebatar medallas al Estado de México.

La deuda pública creció en más de 45 mil millones de pesos en Veracruz y el criterio de que la entidad no tiene condiciones favorables para la inversión. Y cómo la tendría, si con Duarte, además del pillaje, creció la inseguridad, la violencia. Tristemente, Veracruz se transformó en una fosa común y clandestina.

El odio y la venganza quedó registrada en los asesinatos de periodistas, columnistas, reporteros, fotógrafos y en los casos reinó la impunidad. Terrible.

Según Enrique Peña Nieto, Javier Duarte, de Veracruz, pertenece a la nueva generación política de gobernantes priistas que el México moderno necesita. Chihuahua, con César Duarte. Quintana Roo, con Roberto Borge y Campeche, por supuesto. Y pertenecen al proceso de renovación del PRI. Vemos que los Duarte resultaron ser pillos de siete suelas. Encarcelados o evadiendo la justicia, es el rostro actual del partido tricolor.

En redes sociales, se difunden videos de los discursos y desgarre de vestiduras de Peña Nieto, en desmedido apoyo a su camada de gobernadores priistas o candidatos al cargo. Ahora tiene que soportar sus ridiculeces por los yerros cometidos. Con justificada razón es el presidente más vilipendiado y repudiado por los mexicanos. “#LordPeña: no nos critiquen por robar, comprar votos, saquear, matar periodistas, desaparecer estudiantes, asesinar civiles…” Así ¿O más loco? México ya no aguanta.

En Campeche, se acerca el segundo año de administración, el primer tercio. “Todo aquel que critique y no proponga, no quiere a Campeche”, es la frase que resume el criterio del gobernante. Pero las cuentas y los números son asignaturas pendientes. El primer informe resultó escenario de obras por venir y no rendición de cuentas. También se harán puentes aquí. Ojo, mucho ojo.

La ironía popular rebautizó a Coahuila, como Saltillo, Puentes, Coahuila y los resultados se remarcaron en deuda pública. El riesgo, rebautizar a Campeche como San Francisco, Puentes, Campeche. El endeudamiento ya inició, dos mil millones de pesos, para iniciar. ¡Cuidado!

 

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