EducaciónLa mestiza en el teatro regional, una figura digna de admiración

Paginabierta10/08/2017

Bombas, chistes y situaciones hilarantes son algunos de los elementos del teatro regional yucateco/La mestiza yucateca es una persona que lucha, trabaja y posee una gran valentía

Por Lorena Castellanos Rincón/SemMéxico

MERIDA, Yuc. 10 de agosto del 2017.- Hipiles con bordados únicos, grandes flores colocadas en la cabeza a la perfección, un acento yucateco más notorio de lo normal, bombas, chistes y situaciones hilarantes son algunos de los elementos destacados del teatro regional yucateco, donde el personaje de la mestiza ha cobrado una gran fuerza en los últimos años.

En Yucatán, la tradición del teatro regional tiene más de 100 años de antigüedad, y ha aportado grandes exponentes como Héctor Herrera “Cholo”, Madeleine Lizama “Candita”, Jazmín López “Tina Tuyub” y Narda Acevedo “Chonita”. Este arte trata de plasmar las creencias, costumbres, supersticiones y el pensar del pueblo yucateco, utilizando a la pareja de mestizos como sus personajes principales.

Como todo en la historia, el teatro regional ha presentado cambios a lo largo de su existencia, donde investigadores señalan que en un principio las situaciones se presentaban sin el doble sentido que caracteriza a muchas de estas puestas en escena hoy en día y con la figura de la mestiza yucateca siendo un símbolo de “virtudes”, una mujer “respetuosa” y “arraigada de sus tradiciones”.

Esta visión de la mestiza comienza a cambiar a partir del siglo XX, cuando la actriz Ofelia Zapata decide interpretar al personaje de “Petrona”, siendo considerada la pionera del papel de la mestiza como un personaje fuerte, autoritario e imponente.

“Petrona” tuvo su auge entre las décadas de los cuarenta y cincuenta, sin embargo, comenzó a desarrollarse en un contexto donde comenzaban a surgir en el país mujeres independientes que exigían de manera abierta sus derechos.

El personaje vio sus inicios a partir de los años veinte, época en la cual Elvia Carrillo Puerto luchaba para que las mujeres tuviesen el derecho al voto, fue la primera mujer mexicana en asumir un cargo público al ser diputada del Congreso de Yucatán. Aunado a esto, en la historia del cine mexicano, alrededor de los años treinta, surgía la figura de la mujer imponente, personificada por María Félix.

Es a partir de esto, que en Yucatán el teatro regional comienza a conocer el nuevo rol de la mestiza como una mujer con carácter que “no se deja”, lo cual ha prevalecido hasta la actualidad.

La mestiza ha tomado tanta fuerza en las presentaciones escénicas, que hoy en día no sólo es caracterizada por mujeres, sino también por hombres tanto en obras de teatro como en monólogos presentados en bares y videos publicados en las redes sociales.

Christi Uicab Martín, estudiante de la licenciatura en Literatura Latinoamericana de la Universidad Autónoma de Yucatán, quien está realizando un trabajo de investigación sobre el sujeto travesti en el teatro regional, destaca que los actores que interpretan a una mestiza tienden a personificar a mujeres con características dominantes, cuya autoridad llega a ser mayor a la de la figura masculina que las acompaña en escena.

“En la pareja regional entre el mestizo y la mestiza, quien tiene el rol de autoridad es la mujer, entonces de alguna manera el mestizo queda invisibilizado o no cobra tanta fuerza como el papel femenino. Yo creo que esa es la manera por la cual los actores se deciden a ejecutar una mestiza a un varón mestizo”, dijo.

Las mestizas interpretadas por varones son generalmente conocidas por manejar un lenguaje en el que incluyen temas como el de la sexualidad y las partes del cuerpo, cambiando ciertos aspectos del rol de la mujer maya, “sin dejar de perder la fuerza” que las caracteriza.

De acuerdo con Uicab Martín, esto se debe al ambiente en el que trabajan muchos de estos artistas, ya que participan y figuran en espacios más “marginales” como son los bares y los antros, donde dichos temas son abordados con mayor facilidad.

“Están tocando creo que otros temas en torno a lo que es ser mujer, en torno a lo que es vivir en Yucatán, tomar posesión de los cuerpos propios”.

A pesar de que estas características han sido aceptadas y queridas por el público, algunos manifiestan que se “ridiculiza” la figura de la mestiza.

Para artistas como Oscar Chan Sierra, mayormente conocido por interpretar al personaje “Cocotazo”, y quien considera a la mestiza como un símbolo de alegría, elegancia, belleza y sobre todo, verdad, ya que expone situaciones de la vida cotidiana de muchos yucatecos, no cualquiera es capaz de interpretarla de manera que permanezca en el gusto del público.

Si bien señala que existen algunos actores que por la manera de escenificar a la mestiza, llegan a denigrarla, reconoce que quienes han logrado hacer “un personaje tan perfecto” de ella, enaltecen esta figura tan representativa de la cultura yucateca.

A pesar de que el actor no ha intentado usar un hipil y personificar a una mestiza, el hacerlo se encuentra dentro de sus planes a futuro, sin embargo, indica que no le gustaría “ridiculizarla”, por lo que tomará aspectos de sus propios familiares como la manera de hablar, de actuar y de expresarse, para construir el personaje.

En este sentido, muchas de las situaciones que se presentan en el teatro regional reflejan aspectos de la sociedad yucateca. Christi Uicab destaca que si bien existen todavía expresiones de violencia de género contra las mujeres de la comunidad maya, éstas tienen un peso muy importante en su sociedad, al ser parteras, yerbateras, espiritistas y las que se encargan del ámbito religioso y la salud.

“La mujer en la comunidad maya tiene este peso, de alguna manera el teatro regional se alimenta de estas características de la comunidad maya, pero también le suma cosas nuevas”, indicó.

La perspectiva de los actores

Para el actor Miguel Coello, que encarna a “Ruperta Pérez Sosa” desde hace seis años, el personaje femenino en general es más versátil y “jugosa” que el personaje masculino, tanto en cuestiones de vestimenta y maquillaje como las situaciones que encara para lograr sus metas, ya que “tiene que pasar el doble de trabajo que un hombre”.

A pesar de que describe a “Ruperta” como un personaje noble, reconoce que esta tendencia de representar a una mestiza fuerte yace en lo que se puede observar día a día.

Para él, la mestiza yucateca es una persona que lucha, trabaja y posee una gran valentía y coraje, y a las mujeres en general como aquellas que ya no se quedan calladas y luchan por sus derechos, cuestiones que se intensifican aún más en el escenario.

“Si en la calle vemos a una mestiza de 65 años cargando cuatro guacales a las tres de la mañana para seguir alimentando a sus nietos, eso es coraje, eso es valentía, imagínatela ahora en un escenario, por eso normalmente siempre se proyecta como una imagen fuerte”.

Miguel Coello, que fue criado por mestizas y sabe de primera fuente todo lo que ellas tuvieron que pasar para salir adelante, las considera “una imagen para venerar” y admira la forma en cómo llevan su vida.

“Levantarse a las 3:00 de la mañana, cocinar para todos sus hijos que son 10, irse a trabajar, regresar a las 8:00, 9:00 de la noche, aun así, hacer, lavar, trapear, y lo que más me impresiona es el ángulo que ellas tienen de su propia vida, de yo estoy viviendo, yo estoy bien, estoy completa, me siento tranquila y todos estamos bien”.

De igual forma, Iván Vázquez Cruz quien da vida a “Puruxona Cauich”, una mestiza muy arraigada a valores conservadores, pero que a la vez “transgrede” en algunos detalles ese conservadurismo, concibe a la mujer maya como una parte muy importante de la cultura de Yucatán, ya que son quienes representan las tradiciones y la identidad del estado al preservar y transmitir su propia cultura.

“Para mí el personaje de la mestiza es un personaje muy bello, es un personaje que quiero muchísimo y por lo mismo cuido el personaje de la mestiza. En ella se engloba todo, empezando por el traje regional típico; encierra la gastronomía, la costumbre, las creencias, sabiduría, encierra todas esas cosas que nos dan identidad como estado”.

Señala que el carácter fuerte de la mujer yucateca que se representa en escena se debe a que, a pesar de existir el machismo, en la entidad hay gran presencia de una cultura matriarcal, donde la administración del dinero, el hogar y el cuidado de los hijos recae en la figura femenina, mientras que el hombre “prácticamente se encarga de proveer”.

Debido a ello, considera que representar a una mestiza, como él lo ha hecho desde 2009, permite tener muchos más recursos en escena a que si interpretara a un mestizo, ya que la mujer es “más fértil” al momento de explotar situaciones.

En este sentido, para Vázquez Cruz el mestizo yucateco pasó de ser la figura principal del teatro regional, a ser un acompañante de la mestiza, quien ahora está ocupando el protagonismo en la mayoría de las obras, presentada como una mujer luchadora en lugar de alguien frágil.

“La mujer yucateca no es como te la pintan, puede ser una mujer extremadamente dulce, pero también es una mujer extremadamente luchadora, que muchas veces ella saca adelante la casa, es todo menos frágil, y ahorita surge el protagonismo de la mestiza, surge una mestiza fuerte, surge una mestiza que a veces incluso demuestra en escena una autonomía sexual también”.

Lamentablemente, ambos actores concuerdan en que si bien las personas van a ver a las mestizas yucatecas en los teatros y los bares, las “verdaderas” mestizas no son valoradas en su cotidianidad, principalmente porque su presencia se vuelve parte de la rutina diaria.

Mencionan que han llegado a ser menospreciadas por la sociedad yucateca e incluso por ellas mismas, ya que se avergüenzan de su origen maya.

A pesar de que ninguno de ellos decidió interpretar en primera instancia a “Ruperta” o a “Puruxona” durante sus inicios en el medio artístico, ambos se dieron a la tarea de realizar un trabajo de investigación y conocer a las mestizas que trabajan en el mercado, de quienes tomaron diferentes aspectos para construir a sus personajes.

Este trabajo de campo les permitió sensibilizarse más respecto al tema, a pesar de que ambos han tenido la presencia de mujeres fuertes en sus vidas, por lo que invitan al público a conocer primero su trabajo antes de juzgarlo y decir que la mestiza está siendo “ridiculizada” o “denigrada”, cuando ambos respetan a la mujer maya.

 

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