En el marco de la visita “non grata” de Arturo Nuño Mayer, el ilegítimo Alejandro Moreno Cárdenas ordenó una agresión más contra el reportero de Paginabierta.mx, Ronny Aguilar, encabezada por el subdirector de Gobernación, Juan Ramón Rejón.

Me llamo Ronny Aguilar Pérez y soy reportero en Campeche hace más de cuatro años, pero desde hace unos meses, el represor, ilegítimo y espurio Alejandro Moreno Cárdenas me impide el acceso a todo evento público, lo cual viola mis derechos como ciudadano de este país. El 3 de noviembre, cuando intentaba hacer mi trabajo, fui agredido, jaloneado e insultado por policías estatales y agentes de Gobernación, encabezados por el subdirector, Juan Ramón Rejón.

Desde las cinco de la tarde, acudí al Circo Teatro Renacimiento, maestros de la CNTE y la “SNTE en lucha” anunciaron que se manifestarían, estuve ahí cerca de 45 minutos esperando, aproveché para entrevistar a Candelario Salomón, director del Instituto Estatal de Transporte, sobre la violación a los derechos humanos que comete su dependencia contra los dueños de vehículos de Uber, e intenté entrevistar al rector de la Unacar, José Antonio Ruz Hernández, quien entró rápido al edificio, declarando que iba tarde, evitando hablar de la demanda por 400 millones de pesos que mantiene con el Instituto Estatal de Aguascalientes.

Ya personal de seguridad se empezaba a colocar a mis costados, ya lo han hecho antes, por lo que crucé la calle y me comuniqué con los líderes magisteriales disidentes, estaban en el parque de San Francisco esperando, ya que habían sido detenidos por el subsecretario de Educación Básica, Rafael Martínez Castro, quien intentó convencerlos de no protestar en la visita de Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación Pública. Me dirigí hacia el parque para tomar evidencias y en el camino, vi camiones de universidades y camionetas tipo Van, que acarrearon a maestros y administrativos al evento.

Llegaron otros docentes, el subsecretario se había ido, pero empezó la caminata hacia el evento, no se iba a llegar, justamente en la calle que lleva del parque de San Francisco al reloj, se colocaron vallas metálicas, procedí a pasar por las aceras, las cuales estaban libres, pero se me impidió el paso por personas vestidas de civil, que no se identificaron en ningún momento, se pararon delante de mí y dijeron que no podía pasar, pero si dejaron pasar a otras personas, llevaba mi cámara en mano, así que intenté meterme.

Una persona de 1.80 metros de estatura, que se encuentra siempre a las puertas del Palacio, el subsecretario de Gobernación, a quien identifican como Juan Ramón, me jaló por el cabello, a la par que sentí un golpe en la parte trasera del pómulo izquierdo, tres policías estatales, vestidos de civil, me detuvieron y empujaron fuera de la valla, la orden, según ellos, era no dejarme pasar, ¿Porque? No lo sabían, según ellos, pero esa era la orden.

Más de una docena violaciones a mis derechos humanos se evidencian, así como violaciones a mi labor de informar, pero acudir a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Campeche es perder el tiempo, es inservible, inoperante, Ana Patricia Guerrero, hasta hoy presidenta de la Comisión, está al servicio de quien gobierna.

Hay un grado enorme de impunidad y protección, así que más que los empujones o jalones, lo importante a resaltar es la impotencia, es el sabor de la represión y la violencia de Estado impune, es el servilismo de los que deben proteger a la ciudadanía, es la indignación de ser el apestado del gremio, por tratar de ser honesto, por servir a la sociedad, las causas del pueblo, a los movimientos sociales.

Las violaciones a los derechos humanos y delitos ambientales, la represión se suma a varias muestras de intolerancia de un dictador, fascistoide, que no tiene un gramo de cordura, que no escucha a su pueblo y que por la fuerza bruta, que es la única que conoce, quiere que se le adule, han sido varias los ofrecimientos económicos que se han rechazado en varias ocasiones de “textoservidores” y aduladores para que nos sumemos a las filas de “lamebotas”, y cuando no se accede, hay macana.

Una decena de maestros se manifestaron, sin ser escuchados, enfrente de las vallas, sin ser oídos por nadie, sin importunar el evento faraónico  de pleitesía a Nuño, de gala y acarreados, pero cuando estos cierren calles, va a haber nuevamente represión y serán criminalizados, golpeado y encarcelados, cuando es culpa del Estado no escuchar y no solucionar los conflictos, es su responsabilidad, es su obligación, hay más de 12 casos de represión y criminalización de la protesta en lo que va de esta administración, hay más de 20 presos palitos y todos callan, por eso a nosotros nos reprimen.