Coordenada
Por Lupita Ramos
En el año de 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia.
La fecha tiene el objeto de promover la participación plena y en condiciones de igualdad de las mujeres y las niñas en la educación, la capacitación, el empleo y los procesos de toma de decisiones en la ciencia; además, se pretende eliminar toda forma de discriminación en su contra mediante la promoción de políticas y planes de estudio en el campo de la ciencia, incluidos programas escolares para alentar una mayor participación de las mujeres y las niñas, así como difundir las perspectivas de las mujeres en la ciencia y reconocer sus logros en la misma.
En los últimos 20 años, el número de mujeres mexicanas que ha decidido estudiar carreras científicas se ha multiplicado casi 11 veces; no obstante, su participación en apoyos para becas de postgrado, plazas de trabajo o membresías del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) no ha rebasado el 30%.
Según el Anuario Estadístico de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, durante la década de 1990 el porcentaje de mujeres estudiando matemáticas pasó de 17.3 a 32.9, ingeniería de 15.7 a 23.6, biología de 20.8 a 49.7, y química de 42.6 a 52.3.
Pero ¿Cuántas de ellas dirigen facultades, centros o institutos de investigación científica? ¿Cuántas son rectoras? ¿Cuántas presidentas de sociedades científicas o secretarias de Estado? Muy pocas. Éstas son algunas preguntas que plantea otra mujer científica, Laura Vargas Parada, Coordinadora de Investigación de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Estas inquietudes también movieron a una entrañable y amiga feminista dominicana, Magaly Pineda, (quien falleciera el año pasado a los 73 años de edad) a impulsar los clubes de matemáticas para niñas que implementó en el Centro de Investigación Para la Acción Femenina (CIPAF) en República Dominicana, a fin de estimular que más mujeres entraran al mundo de la tecnología. Impulsora de la sociedad de la información, de la gobernanza e internet y del ciberactivismo, se empeñó en cerrar la brecha digital de género para que más mujeres conocieran la tecnología, se apropiaran y beneficiaran de ella.
Su esfuerzo mereció que CIPAF, organización que fundó en 1980, fuera reconocida en 2014 con el Premio para la Igualdad de Género y Tecnología, de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y ONU-Mujeres.
Sin duda, Magaly fue también impulsora de la conmemoración del día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia (Como lo hizo con el 25 de noviembre, día internacional por la eliminación de la violencia y ella lo propuso a nombre de las feministas dominicanas en el encuentro feminista de Colombia en 1981).
En México, tenemos importantes científicas de las que poco se habla y de las que es necesario recordar sus aportes, además de motivar a las mujeres a seguir el camino de la ciencia.
Dedicaremos otras entregas para hablar de ellas y de quienes han abierto un camino que históricamente había sido ocupado solo por varones.
@lupitaramosponce
