La Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que la Conagua “no ha logrado atender este problema público, ya que sus acciones de prevención y control y restauración de su calidad no contribuyen a disminuir la tendencia”. Por Daniel Sánchez CAMPECHE, Cam. 1 de abril del 2016.- La contaminación del agua avanza en México y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) “no ha logrado atender este problema público, ya que sus acciones de prevención y control y restauración de su calidad no contribuyen a disminuir la tendencia, a fin de propiciar la sustentabilidad ambiental para que los 119 millones de mexicanos tengan acceso a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar”. En los resultados de la cuenta pública del 2014, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo una revisión de desempeño a la Conagua sobre contaminación del agua y dictaminó que “sus acciones de prevención, control, coordinación y restauración no han logrado revertir la tendencia de la contaminación del agua, lo que puede poner en riesgo su preservación”. La ASF determinó que el IGSH, en su componente de calidad del agua, disminuyó 0.05 por ciento en promedio cada año, lo que limita propiciar la sustentabilidad del agua y fomentar el respeto al derecho humano a un medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar de las personas. “Lo anterior, debido a la deficiencia en la coordinación que debilita la gobernabilidad de la administración de los recursos hídricos entre la Conagua, los organismos de cuenca, los gobiernos estatales y municipales, y la sociedad civil, para regular las descargas de agua residuales, la ampliación de la infraestructura de saneamiento, el reuso de las aguas residuales tratadas y de una política que garantice la calidad del agua de las playas, así como para la inspección y vigilancia de los permisionarios de aguas residuales”, puntualizó. Como resultados, el organismo fiscalizador señaló que “en 2014, la Conagua se orientó a coordinar las acciones para prevenir y controlar la contaminación del agua, y restaurar su calidad, a fin de preservar los recursos hídricos”. “En cuanto a la prevención y control, los permisos emitidos por la Conagua han contribuido a disminuir los volúmenes de descargas de aguas residuales, pero no han incidido en prevenir la contaminación del agua, ya que de 2007 a 2014, los permisos aumentaron 6.8 por ciento en promedio anual, mientras que las descargas de aguas residuales por permiso decrecieron 33.9 por ciento, y los sitios con excelente y buena calidad disminuyeron 1.8 por ciento cada año, lo que no asegura la preservación de la calidad del agua”, indicó. “Aunado a esto, las acciones realizadas por la Conagua en el marco del PROPLAYAS refleja que no se está disminuyendo la contaminación de los recursos hídricos, toda vez que cada año un promedio de cuatro playas han alcanzado concentraciones de enterococos superiores a las permitidas y una playa ha dejado de ser monitoreada, lo que pone en riesgo la salud de las personas y la preservación de la calidad del agua”, asentó. Además, agregó, a 2014, las acciones de saneamiento han permitido alcanzar una cobertura de tratamiento de 60.1 por ciento, pero el ritmo de crecimiento promedio de las plantas de tratamiento de 2007 a 2014, fue de seis por ciento cada año, por lo que se estimó que hasta 2023, podría tratarse el 100 por ciento del agua residual generada. En relación con el reúso de las aguas residuales industriales y municipales, sólo se reúsa el 43.8 por ciento (100 mil 85.9 litros por segundo) del agua residual generada por los municipios y el 20.2 por ciento (14 mil 99.7 litros por segundo) del agua residual generada por la industria, lo que no permite revertir la contaminación del agua. Por lo que corresponde a la coordinación, la Auditoría manifestó que “en 2014, la Conagua firmó 32 convenios de coordinación con los gobiernos estatales, pero no incluyeron a los Organismos de Cuenca, responsables de fomentar y apoyar el desarrollo de los sistemas de agua potable y alcantarillado, saneamiento y tratamiento de aguas; y no se definieron acciones de coordinación para el monitoreo de la calidad de las aguas de jurisdicción local, lo que no garantizó que la gobernabilidad en la administración de los recursos hídricos contribuyera a reducir la tendencia de la contaminación del agua”. “En relación con la restauración, en 2014, la Conagua no destinó recursos para las acciones de prevención de la contaminación y restauración de la calidad del agua, por lo que los cinco mil 434 millones 182 mil 900 pesos ejercidos en ese año, únicamente se orientaron a acciones para el control de la contaminación del agua, ya que los recursos ejercidos por la Conagua en el control de la contaminación del agua disminuyeron en 2.3 por ciento en promedio anual, de seis mil 387 millones 264 mil 800 pesos a cinco mil 434 millones 182 mil 900 pesos, en tanto que el costo por degradación de la calidad del agua aumentó en 11.5 por ciento en promedio cada año, de 68 mil 542 millones 236 mil pesos a 85 mil 176 millones 162 mil pesos”, abundó. “Respecto de la preservación, las acciones realizadas por la Conagua para prevenir y controlar la contaminación del agua y restaurar su calidad, no han logrado preservar la calidad de los recursos hídricos, ya que en el periodo 2007-2014, el componente de calidad del Índice Global de Sustentabilidad Hídrica (IGSH) disminuyó en 0.05 por ciento en promedio cada año”, asentó. Antecedentes De acuerdo con el Sistema Nacional de Calidad del Agua de la Conagua, en 2013, de los ocho mil 914 sitios de agua monitoreados, el 52.9 por ciento (cuatro mil 718) presentaron excelente y buena calidad, el 25.5 por ciento (dos mil 273) presentaron calidad aceptable y el 21.6 por ciento (mil 923) se encontraban contaminados y fuertemente contaminados; asimismo, la comisión estimó que, a 2013, el costo de la degradación ambiental fue de 771 mil 374 millones de pesos, que representaron el 4.6 por ciento respecto del Producto Interno Bruto y de los que el 0.4 por ciento (73 mil 628 millones de pesos) correspondieron al costo por la degradación del agua. Para la atención de esta problemática, el gobierno federal estableció la política pública para revertir la contaminación del agua. La Conagua es la entidad responsable de coordinar las acciones orientadas a prevenir y controlar la contaminación del agua, cuyos efectos representan un riesgo para la población, la economía del país, los bienes públicos y el derecho a un medio ambiente sano; además, la comisión debe realizar acciones de coordinación con los organismos de cuenca y los gobiernos locales para el establecimiento de infraestructura para el saneamiento de las aguas residuales, así como el monitoreo de su calidad.